Mira de ser tan descarat com sigui possible fins al punt que et puguin deixar sense cara d'una bona hòstia.
Fotografía: David Airob |
Recull de les activitats de l'antic bloc de Noxeus entre el 10 de juny de 2021 i el 20 d'agost de 2024.
Mira de ser tan descarat com sigui possible fins al punt que et puguin deixar sense cara d'una bona hòstia.
Fotografía: David Airob |
Que sepan los descendientes de las tribus que abanderan la estrella de David. Que sepan las tribus de la luna creciente y también los seguidores de la cruz. Ellos que aceptan, reconocen y respetan al profeta que yace en la Tumba de los Patriarcas, en Hebrón. Que sepan, todos ellos, que se oyen lamentos desgarradores desde el interior de la tumba de Abraham. Tal es el clamor por la ignominia.
El año 2023 será recordado como un capítulo especialmente turbulento en la historia contemporánea, marcado por eventos políticos, deportivos y humanitarios que dejaron una profunda impresión en la memoria colectiva. Algunos tocaron directamente a España. Otros ocurrieron lejos de nuestras fronteras, pero han impactado igualmente en nuestra manera de observar el mundo y de observarnos a nosotros mismos como seres incapaces de dialogar y de respetar los derechos humanos.
Empezamos el año con la continuación de dolor y la destrucción que llevaba provocando la guerra entre Rusia y Ucrania y lo hemos terminado no solo con esa, si no con otra contienda, aún más sanguinaria, entre Israel y Palestina. Este conflicto ya histórico se reactivó el 7 de octubre y está alcanzando un punto catastrófico en el final de 2023. La región se sumió en la violencia, con consecuencias devastadoras para ambas comunidades. Llamamientos desesperados a la paz han resonado en la escena internacional, pero la resolución del conflicto parece más esquiva que nunca. Los niños están siendo las grandes víctimas de esta tragedia descomunal. Solo en tres semanas de octubre habían muerto más de 3 000, según la ONG Save the Children. A fecha de hoy no hay cifras oficiales sobre el total de menores muertos.
La guerra en curso está dejando a la comunidad internacional consternada y con la urgente necesidad de un diálogo significativo y esfuerzos colectivos para encontrar soluciones duraderas. Pero, a medida que el año llega a su fin, la esperanza de una paz sostenible parece distante, dejando a millones de personas atrapadas en la vorágine de un conflicto persistente que parece que no tiene fin.
Las crisis migratorias continuaron siendo un tema candente en 2023, y Canarias (España) y Lampedusa (Italia) se convirtieron en epicentros de la tragedia humana. Un flujo constante de personas buscando refugio enfrentó condiciones precarias y la falta de respuestas coordinadas a nivel internacional. La situación subrayó la necesidad de abordar la migración con un enfoque global y solidario y de poner en valor la humanidad en medio de la desesperación.
Mientras tanto, estos 12 meses han sido una montaña rusa en España. Mayo trajo consigo un acontecimiento clave para la política española: las elecciones locales y autonómicas. Los ciudadanos de diversas comunidades acudieron a las urnas, dando forma al futuro político del país. Desde The Conversation intentamos mirar el proceso electoral desde un prisma diferente, como siempre hacemos, observándolo con los ojos de la ciencia y tratando de descubrir lo que ocurre entre las bambalinas de las campañas electorales. Los resultados, que dieron la mayoría a las derechas, encendieron las alarmas del Gobierno del PSOE. Este convocó elecciones anticipadas.
El mes de julio llevó a España a otro proceso electoral crucial: las elecciones generales. Pedro Sánchez, líder del PSOE, ha consolidado su posición en la escena política nacional. Sin embargo, la futura aprobación de una controvertida ley de amnistía a cambio del apoyo de los independentistas catalanes a su investidura desencadenó una ola de descontento y protestas en todo el país.
Un mes después de las elecciones generales, el fútbol femenino español protagonizó un capítulo histórico. La selección española conquistó un título que quedará grabado en la memoria de los aficionados. Sin embargo, este triunfo se vio empañado por un incidente muy controvertido que generó debates en todo el mundo.
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, protagonizó un momento polémico al besar en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso durante la celebración del éxito deportivo. Este gesto generó discusiones sobre la ética en el deporte, la igualdad de género y los límites de la interacción entre figuras deportivas y dirigentes. Rubiales fue inhabilitado por la Comisión Disciplinaria de la FIFA por tres años para ejercer cualquier cargo o actividad relacionada con el fútbol.
El escenario político Latinoamericano abrió el telón el 1 de enero con la toma de posesión de Luis Ignacio Lula da Silva. Pocos días después, Brasil vivió el asalto a las sedes de los principales poderes en Brasilia por simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
Ecuador ha experimentado un cambio de Gobierno, Chile ha vivido el 50 aniversario del golpe de Estado de Augusto Pinochet y ha rechazado por segunda vez la reforma constitucional.
Pero el giro político más sorprendente en la región fue el que llevó al poder en Argentina a Javier Milei, un hombre de personalidad mesiánica que desafió a las corrientes políticas establecidas y recibió el respaldo a sus ideas liberales en una segunda vuelta electoral que le convirtió en presidente del país. Milei se ha convertido en una figura que ha captado la atención de todo el mundo y que plantea interrogantes sobre el rumbo que tomará Argentina bajo su liderazgo.
Se cierra 2023 con la misma guerra abierta con la que empezamos el año, la de Ucrania, cuyos frentes no han sufrido grandes cambios desde la contraofensiva de ese país el pasado mes de junio. Nadie ve cerca el final de esta guerra. También con el conflicto entre Israel y Palestina en su momento más crudo, con otros países inmersos también en conflictos armados como Sudán y Sudán del Sur, Yemen, Burkina Faso, Somalia, Nigeria, Siria y Myanmar. ¿Seremos capaces de reconducir el mundo en 2024? La humanidad necesita la paz. Decía Isaac Asimov que no solo los vivos son asesinados en una guerra. Efectivamente, en un conflicto armado muere mucho más.
Lola Delgado, Política y Sociedad, The Conversation
Recordar vivamente. (la ternura)
Desprender resueltamente. (la soberbia)
Esperar con paz y sosiego. (el sueño sin sueños).
Todo el mundo muere de lo mismo:
Una parada cardio respiratoria. Incluso aquellos que se mueren de pena, de asco o de aburrimiento.
Aurora arcoíris sobre una cascada islandesa Crédito de imagen y derechos de autor: Stefano Pellegrini |
¿Sabías que el propósito de los comentarios en los blogs es enriquecer la pobreza de las entradas? Mi corazón se alborota de alegría, cuando noto que lo consiguen. A lo mejor muero de un infarto.
Gemínidas sobre el lago Nianhu de China Crédito de imagen y derechos de autor: Hongyang Luo |
Seudo-miting político cada día de mercado.Llevan años. Mercat del Lleó, Girona |
E
sta bestia de los aires es un gran ejemplo del «molaría...» porque viendo las imágenes 3D uno se imagina ya surcando los aires en su panza. Pero también es un recordatorio de que juntando clips de vídeo y un poco de trabajo de diseño y 3D cualquier cosa es posible.
Dejando de un lado las cuestiones de la propia física, los equilibrios y estabilidad imposibles (como eso de tener un 747 «atracado» en lo alto de un mástil-ascensor) el invento se supone que funcionaría con energía nuclear «básicamente ilimitada». Así que según se dice, podría estar volando sin bajar a tierra prácticamente nunca.
Para este viaje no se necesitan tantas alforjas; seguramente un dirigible sería mucho más práctico, aunque igual de irrealizable en el tamaño propuesto. Piscinas, centro comercial, cine... ¿Te subes a los cielos para meterte en una sala a ver ¿Ocho apellidos marroquís? ¡Venga ya!
En esta era de transformación tecnológica y social, la inteligencia artificial conquista cada vez más tareas hasta ahora reservadas a los humanos. Pero ¿hasta dónde debe llegar? Por ejemplo, ¿le daría usted un escaño en el Parlamento a una inteligencia artificial?
Realizamos esta pregunta a un total de 90 personas en las Jornadas de Divulgación Innovadora D+i, un evento de divulgación celebrado en Zaragoza. El público tenía que contestar “sí” o “no” y aportar una pequeña explicación.
Se trataba de un público bastante receptivo con la inteligencia artificial, pero el resultado es bastante concluyente: un 78 % de los que respondieron no se lo otorgarían. Tras la mesa redonda compartida por los autores de este artículo, se les invitó a volver a responder a la misma pregunta. Y parece que el debate generado hizo que algunos asistentes cambiasen su opinión, ya que en la nueva votación 3 de cada 10 personas sí le darían el escaño a la inteligencia artificial (el sí aumentó desde el 22 % original a un 30 %). Realmente, disponer de información puede hacer que modifiquemos nuestra opinión, aunque cambiar de parecer sea una de las cosas más complicadas para el ser humano.
A continuación, pedimos a una inteligencia artificial cuantitativa (la versión 4 de ChatGPT) que hiciese un resumen de las opiniones de los participantes. Entre los argumentos a favor de dar un escaño en el Parlamento a una inteligencia artificial destacaba una mayor objetividad y la oferta de una nueva perspectiva del debate político. Sin embargo, la mayor parte de las respuestas, contrarias a otorgarle el escaño, se centraron en los miedos por la falta de desarrollo y los problemas derivados de la manipulación o los sesgos.
En resumen, hay dos razones fundamentales para negarle el “derecho al voto” a la inteligencia artificial: la pérdida que supone para el ser humano y la incertidumbre que aún genera la IA.
Aunque se lleva investigando desde mediados del siglo pasado, el usuario medio supo que se estaba usando la inteligencia artificial hace apenas un año, con el lanzamiento de ChatGPT 3. Y eso es muy poco tiempo para que nos acostumbremos a una herramienta tan poderosa.
De hecho, según un estudio de KPMG, en España únicamente un 8 % de de empresas admiten haber integrado la IA de forma proactiva en los procesos diarios. Y tenemos la percepción de que este porcentaje es menor en el ámbito personal (aunque no tenemos datos que lo corroboren).
En cuanto a la propia inteligencia artificial, efectivamente esta tecnología está aún muy inmadura para una tarea de tantísima responsabilidad. Ahora mismo se habla de IA débil o estrecha.
Esto quiere decir que es muy buena en una tarea concreta, superando incluso a la habilidad humana, como ocurre por ejemplo jugando al ajedrez. Sin embargo, esta inteligencia artificial débil no es capaz de generalizar a otras tareas, como hacemos los humanos –y como hace lo que se conoce como inteligencia artificial fuerte o general–.
Por ejemplo, ChatGPT es muy bueno con todo lo relacionado con el lenguaje, pero comete muchos errores si le pedimos operaciones matemáticas simples.
Volvamos a la pregunta del debate: ¿le daría un escaño en el Parlamento a una inteligencia artificial?
Es cierto que los seres humanos nos equivocamos y hacemos elecciones basadas en la pasión, en la irracionalidad, nos creemos mentiras o falsas promesas. Y también es verdad que la política no vive su mejor momento ni en España ni el resto de los países de nuestro entorno (según el CIS, es el problema que mayor porcentaje de españoles considera en primer lugar).
Pero, aún así, somos las personas quienes tenemos la capacidad para equivocarnos. Podemos darnos cuenta de los errores e, incluso, volvernos a equivocar. Ésa es la esencia de la libertad que tenemos.
Es posible que una inteligencia artificial puede llegar a cometer menos errores (todavía no es así), pero ¿estaríamos dispuestos a sacrificar nuestra capacidad de decidir porque una inteligencia “superior” (que se equivoca menos) pueda beneficiarnos?
Otra cosa muy diferente sería abogar porque los políticos usasen la inteligencia artificial de manera efectiva para tomar mejores decisiones. Usar de manera correcta la IA hace que las capacidades humanas se potencien, que seamos más productivos y creativos.
Eso sí sería un gran avance para la sociedad: tomar conscientemente mejores decisiones apoyados por la tecnología, pero manteniendo el control y la responsabilidad.
La inteligencia artificial se ha ido colando en nuestra vida cotidiana casi sin darnos cuenta. Ya hace más de veinte años que llegó a nuestras casas en forma de aspirador inteligente. Más tarde, hemos confiado a la inteligencia artificial todo tipo de tareas, desde que nos recomiende una película, hasta que envíe un mensaje por nosotros.
Al mismo tiempo, hemos sido testigos de impresionantes avances. Se han creado sistemas inteligentes que pueden aprender y dominar juegos complejos como Go y ajedrez. También hemos visto como la inteligencia artificial puede predecir la estructura tridimensional de las proteínas a partir de su secuencia de aminoácidos, una tarea que hace unos años se pensaba que era imposible de resolver. Nos vamos acostumbrado a ella.
En el camino, si llega al Parlamento, está en nuestras manos que lo haga para ayudarnos.
Verónica Bolón Canedo, Profesora Titular de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Universidade da Coruña y Sergio Travieso Teniente, Responsable de Reporting y profesor, Universidad Francisco de Vitoria
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
El agua de los rios Yüan y Hsiang fluye día y noche sin descanso, hacia el oriente y, ni por un instante se detiene a consolar mi corazón quejumbroso.
Mi corazón se alboroza cuando me recreo en la montaña, junto a las aguas del río, y al admirar los peces y las aves.
Y es que no hay nada que alegre y consuele tanto el corazón como un paseo errante por prados y manantiales solitarios.
Fotografia de Umberto Verdoliva. |
Q
Si cualquiera de nosotros buscara información sobre el dengue en los “viejos” libros de texto o en los medios digitales, muy probablemente lo encontraríamos clasificado dentro del grupo de las conocidas como enfermedades tropicales y subtropicales.
Y con la misma elevada probabilidad, en los últimos meses nos habremos topado con noticias sobre uno de los picos históricos de la epidemia más intensos (tanto en casos como en muertes) que se recuerdan en Perú, que forzó la declaración de estado de emergencia en la mayoría de sus regiones. Este país, con variados climas subtropicales y tropicales, está sufriendo una significativa intensificación de la circulación del virus año tras año.
También habremos encontrado recientemente noticias al respecto de la enfermedad fuera de América Latina: récords de nuevos casos autóctonos (no importados) en EE. UU., Italia o Francia, así como la aparición de los primeros desde hace años en España: en Cataluña, Ibiza, etc.
Un año atrás, en 2022, se registraron 2,8 millones de casos de dengue tan solo en el continente americano, lo que representa un aumento de más del doble en comparación con los 1,2 millones notificados en 2021.
Aunque la mayor parte de la incidencia afecta a las zonas tropicales y subtropicales de América, Asia y África, en los últimos años se ha observado un aumento significativo en zonas más templadas, como Europa. Y especialmente en el sur del continente, donde la dolencia está presente desde la década de 1970.
Según los datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), en 2022 se notificaron 71 casos de dengue adquiridos localmente en la zona continental de la Unión Europea. Esto supone un aumento de nada menos que el 20 % respecto a 2021. ¿Qué está ocurriendo?
El dengue es una enfermedad causada por uno de los cuatro serotipos (DENV1, DENV2, DENV3 y DENV4) del virus del dengue (DENV). Este patógeno pertenece a la familia Flaviviridae, y se ha descrito que los cuatro serotipos pueden circular juntos y causar el mismo cuadro clínico. Especial atención merece el dengue grave o hemorrágico, que suele desencadenarse tras la exposición a uno de estos serotipos del virus después de haber estado previamente expuesto a otro.
El DENV se transmite por la picadura de mosquitos infectados del género Aedes, principalmente Aedes aegypti y, en menor medida, Aedes albopictus. Estos insectos, que se alimentan de sangre humana y pueden transmitir el virus a través de su saliva, se encuentran en las zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo. Aunque, como apuntábamos, se han extendido a zonas más templadas en las últimas décadas.
Así, la transmisión del virus sigue un ciclo humano-mosquito-humano. Cuando un mosquito Aedes hembra infectado por el DENV pica a una persona, le introduce el DENV y comienza el ciclo dentro del ser humano. El periodo de incubación suele ser de entre 3 a 10 días, aunque varía en función de factores medioambientales, como la temperatura.
A continuación se empieza a desarrollar la enfermedad, que normalmente cursa con fiebre, dolor de cabeza, molestias musculares, dolor en las articulaciones, náuseas y vómitos. En casos graves puede provocar hemorragias, insuficiencia orgánica y la muerte.
Los mosquitos Aedes se reproducen en aguas estancadas, como en recipientes con agua, piscinas sin uso, neumáticos viejos, etc. Por ello, en ausencia de vacunas y tratamientos efectivos más allá de los que actúan sobre los síntomas, es importante eliminar los criaderos de mosquitos para prevenir la transmisión de la enfermedad. Pero no solo del dengue, puesto que estos insectos actúan también como vectores de transmisión del zika y el chikungunya.
El cambio climático es uno de los factores que contribuyen al aumento de los casos de dengue, tanto en Ámerica como Europa. El aumento de las temperaturas y la duración de la temporada de mosquitos (por los veranos más cálidos y duraderos) puede favorecer la expansión del Aedes aegypti.
Estos mosquitos son capaces de sobrevivir en temperaturas superiores a 10 grados centígrados, y con el calentamiento global pueden expandir su área de distribución a zonas más templadas. Y al ocasionar modificaciones en los patrones de lluvia, el cambio climático incrementa el volumen de aguas estancadas, un hábitat ideal para su reproducción.
Además, el aumento de los viajes y el comercio internacional (las personas que viajan a zonas con dengue pueden contraer la infección y transmitirla a su regreso a Europa), así como el crecimiento de las ciudades, crean condiciones favorables para la reproducción de estos mosquitos.
Con todo este panorama, la posibilidad de que el dengue se convierta en una enfermedad endémica en el Viejo Continente es un escenario real: las condiciones ambientales –cambio climático y globalización– van siendo cada vez más favorables para la actividad del vector y la replicación del virus en el mismo. Además, se trata de factores que de momento escapan al control humano.
Si el dengue se convirtiese en una enfermedad endémica en Europa podría tener un impacto significativo en la salud pública. Por eso, las autoridades sanitarias europeas ya están trabajando en prevenir su propagación con medidas sobre los factores que sí pueden controlarse, como la vigilancia de casos, la educación sobre cómo prevenir las picaduras de mosquitos y la aplicación de medidas críticas de control sobre la población de mosquitos desde el momento en que se detecta su presencia. Algo que, por ejemplo, viene sucediendo con bastante frecuencia en la isla española de Tenerife. Toda precaución es poca.
Raimundo Seguí López-Peñalver, Profesor de Epidemiología en VIU, Universidad Internacional de Valencia
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
Ahora ya no celebramos esa bobada. La hemos cambiado por otra. Celebramos el nacimiento de un niño, encarnación de dios, hijo del mismo y de una madre virginalmente inmaculada.
Afortunadamente, esta incalificable «creencia» no conlleva sacrificios humanos; solo los pavos tiemblan con el ritual... Y tambien, la tarjeta de crédito.
Se suele contar que Goya cobraba más por sus retratos si el retratado quería ser representado con manos. Sobre si eso es cierto o no, trataremos más adelante. Pero la anécdota sirve para ilustrar uno de los grandes retos del arte: pintar manos.
¿Por qué es tan difícil pintar manos? En lo físico, las manos son una de las partes más complejas de nuestra anatomía: 27 huesos, 6 tipos de articulaciones, 5 tipos de ligamentos y numerosos músculos dan forma a cada una de nuestras manos. Lograr encajar todos estos elementos en su proporción y ángulo correcto es ciertamente complicado.
Además, su pequeño tamaño y su movilidad hacen que se formen abundantes sombras en distintas direcciones que aún dificultan más el trabajo. Rafael Llompart, profesor de Anatomía del Grado de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, añadía hace unos años otra dificultad añadida: “La cantidad de formas que puede tomar la mano. Hay muchas maneras de colocarlas”.
Pero la mayor dificultad ni siquiera es la técnica. Lo que de verdad hace difícil la representación es que la mano nos define como humanos.
El filósofo Leonardo Polo aseguraba que el hombre era un sistema con dos núcleos principales: rostro y manos. A diferencia de los animales, la evolución del ser humano ha llevado a que en vez de tener hocico, tenga cara, y en vez de garras… manos.
La película Tarzán de Disney nos muestra esta cuestión de un modo poético. Tarzán sabe que no es un gorila como sus padres o sus hermanos adoptivos porque sus manos son diferentes. Y reconoce a Jane como un ser de su especie cuando sus manos coinciden.
Por ese motivo, nuestra cara y nuestras manos son los elementos que ayudan a que el ser humano pueda expresar lo que siente en su interior.
Pero parece que en el caso de la cara todo es un poco más fácil: si fruncimos nuestras cejas, expresamos enfado; si abrimos los ojos, expresamos asombro; si curvamos la boca, expresamos alegría con nuestra sonrisa… Con las manos es todo menos evidente. ¿Cuál es el ángulo exacto que debe mostrar nuestra falange superior del dedo índice de la mano derecha para expresar alegría?
Que las manos sean expresivas, que “hablen” y que digan exactamente lo que el artista quiere que digan es algo mucho más sutil y complejo.
Así que volvamos a Goya. ¿Es cierto que Goya cobraba más por sus retratos si había que incluir las manos? Sí. ¿Eso significa que para Goya era una dificultad representar las manos? No. Cobrar más por representar las manos era un estándar para todos los retratistas: cuántos más elementos del cuerpo, mas paisaje y más figuras se incluyeran, más se incrementaba el precio. No tiene nada que ver con que Goya fuera torpe representando manos.
Manuela Mena, gran especialista en Goya, es tajante al respecto: “Era más virtuoso que otros pintores. Lo de que no quería pintar manos son leyendas que no tienen el menor sentido. A todos los artistas se les pagaban las manos aparte”.
De hecho, Goya era Teniente de pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, algo que no habría conseguido de no ser uno de los mejores dibujantes del país. Y su trabajo como Teniente era precisamente enseñar a dibujar manos.
Es más: como consecuencia de su sordera, Goya tuvo que aprender el lenguaje de signos. Su amigo Zapater decía en una de sus cartas que “Goya habla por la mano”. Una frase que se puede extrapolar a su pintura. Mirando sus imágenes de manos, vemos que todas transmiten algo: angustia, impotencia, dolor, delicadeza…
Por lo tanto, los artistas practican durante años para representar manos, no solo realistas en cuanto a su aspecto, sino también expresivas. Y si las manos hablan, pueden transmitirnos información por sí mismas, sin necesidad del resto del cuerpo. O incluso contradictoria con el resto del cuerpo.
Uno de los ejemplos más famosos que nos ha dejado la Historia del Arte es el David de Miguel Ángel. El libro de Samuel, donde se cuenta el enfrentamiento de David y Goliat, relata que David “era un muchacho rubio y apuesto”, motivo por el cual era despreciado por los demás soldados y por el propio Goliat.
Pero David venció a Goliat en contra de todas las previsiones. Y así lo muestra Miguel Ángel. El cuerpo de David es el del muchacho apuesto que describía la Biblia, pero su mano revela su grandeza, fuerza y poder. Viéndola, sabemos que vencerá a Goliat. La mano de David es un spoiler de su victoria en la batalla.
Rembrandt hizo algo parecido en su cuadro El regreso del hijo pródigo. Nouwen, sacerdote que analizó la obra desde el punto de vista religioso, señalaba que una de las cosas que más le habían impresionado eran las manos que el padre apoya sobre la espalda de su hijo.
Según él, ambas manos son diferentes: la izquierda, fuerte y musculosa, es una mano masculina, de padre; la derecha, fina, suave y tierna, es una mano femenina, de madre. El amor del padre hacia el hijo es un amor de padre y de madre, y Rembrandt lo representa en sus manos.
Henri Focillon, quien escribió un Elogio de la mano, dice de las manos que son “rostros sin ojos y sin voz, pero ven y hablan”. Por eso es tan difícil pintar manos. Dibujar cinco dedos con líneas rectas, como hacen los niños, y considerar que eso es una mano no es difícil. Dibujar la complejidad física de una mano humana y además dotarla de la personalidad y la expresividad que puede concentrarse en una mano real… eso es tarea de genios.
Myriam Ferreira, Profesora de Historia del Arte, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.