upongo que eso de Isabel Esteva, le quedaba pequeño. Ella era Colita. Y lo era, para los amigos y para los enemigos, si es que alguna vez tuvo alguno.
Ha pasado tanto tiempo que ya me cuesta recordar cuando fue, pero conocí a Colita y fue en un establecimiento fotográfico. En Barcelona. Creo que en 1978 o 79. Compartimos unas risas y si bien tengo problemas con la fecha, no los tengo con la perla que me dejó, hablando de nuestro oficio:
Mira de ser tan descarat com sigui possible fins al punt que et puguin deixar sense cara d'una bona hòstia.
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| Fotografía: David Airob |
No me extenderé. Supongo que hoy la prensa nos dirá mucho de ella. Para mí y a pesar de que la fotografía urbana y social no ha sido mi fuerte, una maestra de la mirada y un ser entrañable; próxima y cargada de humanidad. Creo también que, junto con Catalá Roca, Xavier Miserachs, Oriol Maspons y pocos más, conforman los colores de la bandera de la fotografía de retrato informal y reportaje social catalanes.
Se ha querido despedir junto al año. Un comienzo un tanto triste para algunos de nosotros, compañeros de oficio. Una vida muy bien aprovechada en muchos sentidos. Ahora, que descanse en paz.
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