Ya está otra vez, ese pesado de la cámara. Y yo, sin depilar.
El tamaño de esta «Spiderwoman» dudo que alcanzara los 4 mm. Alguien debería explicarme como se pueden mover con tanta rapidez por la superficie de esos cactus espinosos sin pincharse, pero lo hacen, para más martirio del fotógrafo que se puede volver loco persiguiéndola.
El objetivo es un Sigma 105 mm f:2,8 de diseño macrofotográfico, montado sobre un cuerpo de cámara Nikon
Al ser una focal un poco más larga (el doble) de lo habitual, permite ratios de reproducción aceptables sin tener que acercarse mucho al bicho. Si no fuera así, sería francamente difícil que «la señora» posara ni un solo instante.
La toma es del 14 de junio de 2014.La señora, ni me pagó ni me dio las gracias.
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