8/11/23

Fábulas polarizadas

 ...los que quieren romper España.


Una vez más:
El independentismo no quiere romper España. A alguien que se quiere largar con viento fresco, como es más que natural, le importa un carajo, lo que le ocurra a España o lo que quede de ella. Así, que allá él, quien quiera comprar ese mantra generalizado, pero especialmente instrumentado por la derecha del tocino rancio.
Una cosa es querer independizarse y otra muy diferente es destruir, romper, o como se quiera llamar. Es más, a los independentistas les conviene un vecino lo máximo arregladito posible. Así, que por favor, apelo a la inteligencia de quien la tenga, para que deje de tragarse el cuento chino de la rotura. Es una camama política interesada. 

Y los cuentistas, tienen más cuentos. Como el llamado "Fábula de la división social" Un hermoso cuento que dice que en los feudos que albergan separatismos, a saber, País Vasco, Galicia y Catalunya, ese movimiento perverso y rompedor de patrias, divide y polariza a la sociedad. ¡Anda la hostia, que cosas! 
Será que la sociedad en general no está polarizada: Derechas e Izquierdas - católicos y protestantes - Barça y Real Madrid, autóctonos y inmigrados - moros y cristianos...incluso médicos y pacientes, etc.etc.


Ante el panorama que estamos contemplando estos días, con una derecha, extrema y no extrema, incendiando las calles y lesionando policías. Con un líder del partido fascista alentando a los mismos a que desobedezcan las órdenes de sus superiores... me vas a venir a mi con el cuento de la polarización. 

En un país donde una mitad aún celebra aquello del "atado y bien atado" mientras que el resto trata de que los valores democráticos no se vayan por el retrete... en un país así, ¿quién puede extrañarse de que haya independentismos?

No tengo por qué hacer confesiones, pero en definitiva, puedo decir que no soy independentista, pero soy algo peor: crítico y contrario a la España que tenemos. Esto -lo repito a menudo- es un trapo sucio de corrupciones diversas, gobernado por poderes en la sombra, de los cuales el gobierno oficial, no puede dejar de desprenderse. Un trapo hecho de 17 remiendos mal cosidos, a los que llaman autonomías, que no dejan de ser otra cosa que territorios que no se soportan y se envidian entre ellos.

Recuerdo aquella invocación al patrón: ¡Santiago y cierra España!  ...pero se refería a un santo.

Ahora en las calles se invoca a otro Santiago, pero me temo que solo se le parece en que a veces va a caballo. 

No se rompe lo que ya está más que roto

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