Fotografía de mi autoría. Se publica con licencia Creative Commons* |
No sé; eso ya es muy de cada cual. Pero a mi que en 72 años he perdido mucho tiempo me apetece de vez en cuando ganar (recuperar) algo de ese tiempo perdido en mil cosas estúpidas. Y para eso, no hay mejor cosa que alimentar el espíritu. Alejado de influencias religiosas o espiritualidades de papel couché o cartón piedra y simplemente observando el paisaje interior que surge como lo hace el Sol al amanecer en la línea del horizonte me dejo ir y me rindo a las caricias que la música expande por esa piel hecha de células de sensibilidad.
—No tengo tiempo! —dicen algunos.
Yo solo espero que algún día no se olviden de respirar. Sí, tienes tiempo; solo debes ser su dueño y no a la viceversa.
Son veintiséis minutos. Es lo que acostumbra a durar una "meditación convencional".
Si no tienes veintiséis minutos para ti, considera la posibilidad de que seas un pobre desgraciado.
No tienes que hacer el "gurunanda". Simplemente escoge bien la silla, adopta una postura cómoda y ni tan solo necesitas cerrar los ojos. Puedes mirar el video si quieres. Respira y escucha; escucha y respira. Al poco tiempo estarás contemplando tu paisaje interior.
"Sí, tienes tiempo; solo debes ser su dueño y no a la viceversa." En efecto, pues aunque hemos perdido tiempo en el pasado -¿de verdad crees que lo hemos perdido?- y no podemos ejercitar lo que las propiedades corporales con menos años nos permitían, aún hay muchas que sí. Por supuesto lo que propones me sale mejor sentado en un banco de parque, como si no fuera conmigo la cosa. Hay algo que podemos y debemos seguir haciendo: leer. Porque nuestra capacidad de interpretación a la edad cierta pero aún efectiva no la tuvimos en el pasado. Y también la capacidad de goce con lo que leemos y con la manera de estar escrito. ¿Podemos también dialogar? Huy, esto resulta más difícil. En parte nuestro escepticismo -tú dirías pesimismo-, en parte que no es fácil hablar de algo no trivial con otros, y en parte porque nos cansamos, sobre todo si no hay atractivo en la comunicación. Pero por explorar posibilidades de conversación que no quede.
ResponEliminaGracias Fackel. También conozco la experiencia del banco en el parque. Por supuesto a lo del tiempo perdido le podríamos dedicar un eufemismo: "tiempo dedicado a los demás" como trabajo, relaciones sociales, entretenimiento etc. que aunque necesario y hasta cierto punto imprescindible, también restaba a la dedicación hacia uno mismo.
EliminaLo que proponía (propongo) era utilizar la música como vehículo, para transitar un viaje por nuestra galaxia interior, para recorrer -quizás sin ir tan lejos- paisajes hermosos que sin duda todos tenemos en mayor o menor medida. Muy posiblemente, paisajes que son el fruto entre otras cosas de la actividad que propones: la lectura, el leer.
Hay una frase conocida en la cultura fotográfica, que ahora me viene a la mente:
Nuestras fotos son el resultado o están construidas a partir de los libros que hemos leído, las músicas que escuchamos, las obras de teatro y cine que hemos visto, amores que hemos vivido y los dolores y sufrimientos que hemos experimentado.
Enormes gracias por estos 26 minutos que acabo de disfrutar. Me entristece escuchar eso tan manido de "me falta tiempo", cuando si te pones a observar, compruebas que en realidad lo que no saben es llenar ese tiempo.
ResponEliminaEl amigo que me regaló el disco de la Nova Trova Cubana, hizo es viaje acompañado de su esposa. Su viaje era de otro "placer".
También conozco a quien pensado en "aquel placer" volvió con una esposa (bueno ella vino más tarde) y ahora tienen un par de hijas morenitas que son una preciosidad.
EliminaMe alegro que disfrutases del viaje interior conducido por el órgano.
Mind blowing blog
ResponEliminaMaravilla!!
ResponEliminaUn beso.