 Solo para que te hagas una idea aproximada: El precio de esta cámara sin objetivo ronda los 7.000 euros. Un objetivo estándar se aproxima a los 4500 euros y un fotógrafo, como mínimo necesita además un angular y un teleobjetivo corto. Pueden sumar entre los tres entre 12000 y 15000 euros. Un portaplacas, es decir el chasis que contiene una placa sensible por cada lado, puede valer entre 200 y 350 euros. Si tienes 10 en tu maleta, podrás llegar a realizar 20 tomas fotográficas. El precio de esas 20 placas puede ser entre 120 y 150 euros en blanco y negro (Ilford FP4) y entre 150 y 180 en color (Kodak Porta 140 ISO). |
Estoy seguro de que me tacharán de melodramático, seguro que me atribuirán una cierta exageración, pero yendo al grano, debo decir que la fotografía, como yo la conocí, está a punto de desaparecer y no lo ha hecho ya, gracias a un grupo de pirados. Esos pocos enfermos de foto, que persisten en el uso de cámaras de gran formato y por supuesto que quieren saber bien poco o nada de la tecnología digital. Salen al campo o las calles, con las ideas bien predeterminadas y no a ver si encuentran algo. Para ellos es tan importante el plan que lo conciben con tiempo, detalladamente. Capaces de situarse -en ocasiones- ante una escena y volver por la madrugada, al atardecer, en invierno, en verano y cuando haga falta con el fin de encontrar los colores más deseables, o los contrastes más propicios para la que quieren conseguir. Su equipo fotográfico, pesa, requiere trípode y en vez de la película de todos conocida, usan placas rígidas que pueden llegar a tener 18x24 centímetros o más. Y ese será el tamaño de sus negativos fotográficos. En su maleta porta-placas, llevan a lo sumo 10 o 12 chasis con esas placas sensibles dentro. En ocasiones requieren de una nevera, para que no les afecte el calor. Quedan pocos, pero aún no se han extinguido. Ellos son los salvadores de la gran fotografía |
Este video de 9 minutos explica un poco como son estas cámaras, si tenéis curiosidad:
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