2/1/24

Margaritas y peonías

M
argaritas y peonías en jarrón azul pintadas por Paul Gauguin (1848 - 1903).
Se dice de Gauguin que asentó las bases del arte pictórico moderno. Ni lo sé, ni creo que sea un punto de discusión. Porque...¿tiene bases el arte? ¿Bases, son tendencias, son reglas, que son las bases? ¿No serán harina para que los críticos e intelectuales puedan seguir comiendo?
Gauguin, como tantos artistas "tangenciales*" no fue apreciado en vida.

La vida de Gauguin fue fiel a su leyenda. De París a Lima en su niñez, ahí empieza el primero de sus muchos viajes. Una vez retornado a Francia, ingresa en la marina con 17 años donde da la vuelta al mundo. Después, otra vez en París, se hace agente de bolsa obteniendo buenos ingresos que le permiten iniciar una colección de pinturas y posteriormente empezar a pintar él mismo.
Ahí es cuando decide dedicarse exclusivamente al arte, sacrificando su estabilidad económica e incluso familiar. Se traslada a la Bretaña francesa, donde su pintura cambia radicalmente, del impresionismo a «esa otra cosa» de camino entre simbolismo y lo desconocido. A esto yo, humildemente,  le llamo (de nuevo) tangencialidad.
Ahí empieza a separar la imagen pictórica en zonas de color fuertemente contrastadas y a menudo delineadas con negro, llegando a recordar a las vidrieras (cloisonismo) y se volcó en el sintetismo. (Sintetizar, simplificar, dos elementos mejor que tres, si consiguen explicar la historia)
Se va después a Panamá, trabajando en el Canal y posteriormente a Martinica, lugar en el que redescubre la belleza de lo primitivo. De regreso a Francia, pasa una breve (y tormentosa) temporada con Van Gogh en Arles, y finalmente se va a Tahití, donde vive ya como un nativo.
Regresa ocasionalmente a París, pero el reconocimiento a su talento no llega, salvo en los círculos más vanguardistas, así que decide volver a su verdadero hogar, la Polinesia, donde fallece enfermo de sífilis, alcoholizado y cansado de luchar. Una botella de láudano al lado de su cadáver hacen pensar que murió de sobredosis.
Poco después de su muerte, su figura sería reivindicada por los dos grandes artistas modernos: Matisse, que quedó embrujado por su uso libre y expresivo del color, y Picasso, que se «enamoró» de la vida y obra del artista y copió su primitivismo para «Las señoritas de Avignon». Las demás vanguardias, con el expresionismo a la cabeza, lo consideraron casi un gurú.
Además de en lo formal, Gauguin buscó siempre una pureza emocional en sus temas, predicando la armonía entre hombre y naturaleza. También le fascinó la intrusión de lo sobrenatural a la vida diaria, el folklore y el arte popular (tanto Bretón como polinesio), la religión desde un punto de vista místico y la búsqueda del paraíso, que quizás nunca encontró.

A día de hoy, sus pinturas son las más caras de la historia.

(*) Tangente (tangenciales, tangencialidad)
La tangente a un círculo es la línea que solo contacta con el círculo (su circunferencia) en un solo punto. Ni se adentra, ni se separa.







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