La sabiduría, dicen que se obtiene poco a poco, en ese tiempo que transcurre entre suceso y suceso. Ojalá sea cierto.
Pero lo que puedo concluir, hoy, es que he aprendido que no sirvo para ciertas cosas. Quiero continuar con este blog que junto con otras actividades, me mantiene neuronalmente activo. Es una mínima gota salpicada en un inmenso océano y su importancia es pareja al salto de esa gota; es decir: poca, solo la suficiente como para motivarme.
Por eso y para que sea posible, debo evitar aquello que no he aprendido a gestionar. Siempre he tenido dificultades de comprensión sobre la verdadera naturaleza y necesidad de los comentarios en los blogs. Diecisiete años después de mi primer blog (que abrí en homenaje a mi madre, entonces, recién fallecida), sigo sin entenderlos. Y claro... a veces meto la pata o no callo a tiempo.
En definitiva. Anuncio estos cambios, solo para que no causen malos entendidos y sorpresa desagradable en algunos de los amigos que acuden por aquí:
1. Solo algunas entradas (es decir, no todas, como por sistema se viene haciendo) admitirán comentarios añadidos. Este blog, no es el único, ni el primero, ni será el último en tener este formato.
2. Las que tengan previsto permitir comentarios, lo harán previa moderación (a partir del próximo lunes, 10 de abril). Lo cual retardará un tiempo, su publicación. Pero todos, absolutamente todos, serán leídos muy atentamente. Por favor: Que nadie entienda como un desaire el no contestarlos.
3. Creo que el sentido común de los amigos, será suficiente para ver la conveniencia de comentar por privado, mediante el uso del formulario de contacto, como una alternativa al comentario tradicional y publicado. Al fin y al cabo, los blogs no son (o no concibo este) como foros de debate.
4. He eliminado la ventanita de chat. Tampoco se reflejan comentarios en la barra lateral.
5. Ya no es posible incrustar fotos o video en los comentarios.
Muchísimas gracias.
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