Y como que me aburro, ya empiezo a temblar.
Nota: Este no soy yo |
Y reflexionando, pensando, y analizando los datos de los contadores instalados y esa herramienta maldita llamada Google Analytics, me doy cuenta de que el 90% largo de los visitantes de este blog, entran directamente por alguna ventana del salón; es decir, la entrada individual. Seguramente rebotados desde algún lugar como su lista de lectura. Y yo como un imbécil, llenando la página principal de apartados por tema. Que si lo más leído, que si últimas publicaciones, que si etiquetas preferentes, que si últimos comentarios... Todo para que nadie, le haga ni el más mínimo caso. Con mucha suerte me leerán una o dos entradas atrás; con muuuucha suerte.
Bueno, pues habrá que acomodarse a los usos y costumbres, ¿no?
Para qué quiero yo un blog con formato revista (magazine, dicen los plantilleros), lleno de cuadritos y mandangas, si los miles de lectores que me visitan 😂😎 no atienden a nada de eso.
Demos preferencia a lo preferente.
Apuesto por la máxima simplicidad, limpieza profiláctica, minimalismo y aquello del "menos es más"
Con un índice en portada que contenga las cuatro últimas entradas, vamos que nos las pelamos. Y los artilugios imprescindibles, al pie del blog que es donde molestan menos.
Ahora, creo que el aspecto es realmente limpio. Los comentarios encadenados al pie de la entrada tienen el mismo tipo y tamaño de letra. Y las fotografías pueden envolverse alrededor del texto. El color evita los azules y apuesta por un tono sutilmente cálido, para que si vienes por la noche, luego puedas dormir.
Au apa!!
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