¿Sabías que una persona normal o mejor dicho, psicológicamente equilibrada, habla consigo misma un mínimo de tres veces más tiempo que con los demás?
Guapo, eh?
Y además según Luis Rojas-Marcos, el tratamiento con el que discurren esas conversaciones, es decir, la amabilidad, buenas maneras, cortesía y respeto, tienen una influencia muy importante en la gestión de nuestra autoestima y repercusiones que incluyen desde el bienestar emocional hasta el físico y la salud.
Voy a tener que explicarles este asunto a Oka-no, An'ya y El Otro.
Pregunta: Tú, ¿Cómo te hablas?
Pregunta: Tú, ¿Cómo te hablas?
Pues lo bueno de hablar con uno mismo es que puede, puedo, hablar con todos los tonos, humores, actitudes, distancias y acercamientos que me plaza, sin que nadie de fuera se me queje ni se ofenda, y si soy yo el que me agravio a mí mismo dispongo del recurso inmediato de cambiar o demorar mi propio discurso. Por ejemplo. ¡Viva el mundo interior! (Manque pierda que diría el de er Beti)
ResponEliminaAún así, el modo en que te tratas, tiene repercusiones.
EliminaEfectivamente, muy ilustrativa. Esquematicamente es lo que mas o menos ya tenia entendido, pero la conferencia me ha "desasnado" mucho más. Te lo agradezco mucho.
ResponEliminaPrimera gran guerra y segunda, fueron conflictos que no se cerraron bien y aún hoy operan las consecuencias.
Pues si, yo soy de las que hablo mucho conmigo misma y no siempre llego a un acuerdo, no te vayas a creer.
ResponEliminaUf! Menos mal que es normal, porque resulto un poco pesado conmigo mismo.
ResponEliminaSí, hablo conmigo misma, sobre todo cuando tengo dudas sobre algo, empiezo: "A ver, Manoli, aclárate" Eso muchas veces :)) En general, se podría decir que he aprendido a ser comprensiva conmigo misma, a no ser dura, a entender que soy humana.
ResponEliminaUys, soy Manuela, ya sabes, de dama de agua :)) :))
EliminaEnseñar que somos más de uno, como lo haces tú (y los otros) además de los comentaristas, y en especial manly fercas, es que podemos "vernos" por dentro, hablar y el tono que mejor nos convenga, mientras el incienso poco a poco, implacable, se va consumiendo.
ResponElimina¡Al menos -en tu caso- esparcirá el aroma! Es posible que hasta te lo haya regalado An´ya.
Esas personas bajitas, a veces con lágrimas en los ojos, que se ven forzados a caminar camino de lo desconocido, dejándolo todo, son "un grito en mi interior". ¿Por qué los adultos que se sientan para acordar la tregua no les oyen?
¡Quisiera ser civilizado como los animales!