26/2/22

Hay bastantes más

 


Aquí, después de hoy,  ya no hablaremos más de la guerra; de ninguna guerra. Y no por que no nos preocupe. Nos preocupa y mucho, pero sinceramente: Tanto como cualquier otra. Porque la guerra solo es una y desgraciadamente está en demasiados sitios. 
No me siento bien hablando de ella, si luego no puedo hacer nada. Afortunadamente tengo vecinos que han tomado iniciativas y ahora, solo tres días después, nos sentimos útiles, mas allá de declaraciones, lloriqueos y entradas estúpidas en las redes (más estúpidas aún). 
Es una desgracia, pero nos movemos por impulsos inmediatos que luego no se materializan mas allá de un reenvío de un Whatsapp o una entrada de Facebook.
¿Acciones en consecuencia? - Pocas.

En estos momentos hay en el mundo 65 conflictos bélicos tan dolorosos como del que no quiero hablar. Estoy cansado de recibir fotos de mujeres llorando, niños, ancianos caminando por la carretera, edificios derruidos, etc. etc. etc.  Ahora de golpe, parece que han descubierto el horror de la guerra. 

¿Acaso, esta, es diferente de las otras 64?... ¿Maduraremos algún día?

Un inciso: Nuestro país es uno de los principales vendedores de armas del planeta. Y aquí  seguimos silbando el "Si yo fuera rico" y mirando hacia otro lado. ¿Y si empezáramos por aquí?


Hay guerras buenas.
De esas, si que hay que hablar y ser beligerantes con ellas. Proactivo como se dice ahora.

  • La guerra a la ignorancia
  • La guerra al maltrato infantil
  • La guerra al maltrato a la mujer
  • La guerra al hambre
  • La guerra a las desigualdades sociales
  • La guerra a la mentira y manipulación
  • La guerra a la corrupción política
  • La guerra al calentamiento global
  • La guerra a la industria armamentística
  • La guerra a la desforestación...
¿Quieres más guerras? Hay bastantes más.

23/2/22

El sexo de las plantas

 
La ciencia nos informa de que este planeta tiene aproximadamente 4.500 millones de años. Y esta es la edad "oficial" de la Tierra hasta que los Geología no pueda "afinar" un poco más y mejor. Y es que esta es la principal riqueza de las ciencias: Su capacidad de afinar, corregir y mejorar los datos y afirmaciones.
No se puede comparar con la exactitud categórica de los datos de la Biblia u otros "tebeos sagrados". La Torá dice que hoy, la edad de la Tierra es 5.761 años; ni uno más ni uno menos. Y pobre de tí que se te ocurra levantar un dedo para discutirlo... Cosas como aquella de los Seis días para La Creación (así con mayúscula) y el séptimo descanso son un escupitajo a la inteligencia del mas tonto.  (Me pregunto si seguirá descansado todavía o ahora se ocupa de otras minucias semanales).

De esos 4.500 millones de años, esta pelotita azul, tuvo que esperar unos 3.000 millones para que aparecieran tímidamente las primeras expresiones vegetales en forma de algas unicelulares en los medios acuáticos y estas mínimas plantas estuvieron discutiendo con la evolución mil millones de años más, hasta les fuera concedida la facultad de asentarse en tierra firme y 350 millones de añitos después, ya habían evolucionado lo suficiente como para enseñarnos sus primeras flores. Y es que, claro; la evolución no tiene las velocidad de ejecución del friki ese, del ojo dentro de un triángulo. 
Unos 50 millones de años después, las plantas florales ya se habían buscado la vida para conseguir su reproducción más efectiva, con la colaboración de escarabajos, moscas y algún que otro animalillo que no podía resistirse al dulzor del néctar de las flores. Inventaron la polinización, pero había que perfeccionarla o corrían el riesgo de que no tuvieran una reproducción suficientemente exitosa. 
Entonces el del ojo en el triángulo se fijó en las avispas y les dijo: Os ordeno que evolucionéis y que en menos de 50 millones de años tengáis una pariente muy laboriosa que llamaremos "Abeja"... Y la abeja se hizo. Je je je... yo es que troncho.
Pero sí, aparecieron las abejas y además se hicieron muuuucho más sociales que las avispas y gracias a la polinización realizada por esas abejas sobre los órganos sexuales de las flores, se produce la formación de semillas y frutos, que sirven para la reproducción de las propias plantas así como para la alimentación de insectos, aves y mamíferos, incluido el hombre.

La comunidad científica califica a este animalito, como la principal y más importante especie viva del planeta para el mantenimiento de la biosfera, de la cual nosotros también formamos parte (aunque yo expulsaría a más de uno y a más de n³  - el n, lo pones tú - )
Lastimosamente esta historia de éxito evolutivo, está en peligro ya que hace unos dos millones de años y fruto de unas bacanales sexuales incontroladas, los homínidos evolucionaron los suficiente como para que hace doscientos o trescientos mil años, uno de esos homínidos "tuviera un subidón" lo suficientemente importante como para que se distinguieran como  una nueva especie a la que se bautizó como "Homo sapiens" a pesar de ser un imbécil incorregible. 
Y es tan imbécil que al igual que hace con el planeta, está jodiendo la subsistencia de las abejas, con sus insecticidas y otras linduras en plena competición para ver con que acaba primero: si con las abejas o con el equilibrio climático.
Algunas de las grandes amenazas que sufre esta especie son:
  • Los pesticidas. Algunos derivados de la nicotina, están ocasionando la muerte masiva del insecto.
  • El cambio climático. El aumento de la temperatura por poco que sea aparentemente, provoca grandes cambios en el comportamiento del animal y además influye en la flora con la que se relacionan.
  • Depredadores en expansión como la Avispa asiática (también resultado del calentamiento global) devoran las abejas. 
  • El ácaro Varroa o el parásito Nosema Apis, están acabando con ellas.
Avispa asiática.

Las abejas son el equivalente de lo que es el sexo animal, para muchas plantas. Gracias a su cuerpo cubierto de pelos, transportan fácilmente el polen desde las partes masculinas de una flor hasta las partes femeninas, ya sean de la misma planta o de otras alejadas. Así ocurre la reproducción en muchas especies vegetales, como la fresa, cuyo fruto requiere al menos 21 visitas de abejas para ser grande y sabroso, según los cálculos de Naciones Unidas. Las abejas no son los únicos insectos polinizadores, pero son vitales en cultivos como la alfalfa, las almendras, los pepinos, las fresas y otros vegetales que forman parte de la cadena alimentaria del ser humano.
La amenaza de su posible desaparición no es un tema menor.


Créditos:
Imagen abeja de Myriams-Fotos en Pixabay
Avispa asiatica: Autor desconocido. Internet C.C.

20/2/22

Conversando con Oka-no

Y tú ¿Cómo lo haces?

—Muero cada día—Respondió Oka-no.

—Los días son un simbolismo de la vida. Amanece un sol en un horizonte y asciende mientras tu te sientes rejuvenecido por el descanso nocturno. Llega un momento en que el astro está en su cenit y comienza a descender. Tu energía ha estado siendo consumida por tu actividad y otras cosas en las que has puesto mucha fuerza y voluntad. En el día como símbolo,  del que hablamos, igual que en la vida entera y real. Después de la tarde llega un ocaso repleto de luces cambiantes y que al mismo tiempo oscurecen y disminuyen de intensidad como disminuye también tu energía. 

¿La vejez?

—Si, hoy te presento un simbolismo que se refiere a una vida afortunada, lo suficientemente larga como para que, al igual que ocurre en una jornada, los paisajes han transcurrido diversos, las nubes han recorrido el cielo dando momentos de brillo intenso y otros más oscuros o nublados. Y como en este ejemplo de la jornada, ahora la vida ha llegado a este tiempo donde los recuerdos se cubren de color y la frente se llena de arrugas.
En mi morir diario, sucede parecido. Cuando la luz se desvanece entre sombras y negruras, me recojo. Como sabes, no soy religioso ni creyente ni contemplo fe o esperanza alguna de trascendencia,  pero eso no me impide percibir la fuerza en mi interior de un espíritu que no puedo negar y mientras me preparo para la muerte diaria, lo escucho. Es un diálogo hermoso entre él y mi mente. Ya hace mucho que descubrí que no eran lo mismo. Y aunque tienen una voz muy parecida, si me concentro, en meditación, puedo distinguirlos. Él escucha mucho más que habla, mientras que la mente parece un pajarillo enjaulado saltando constantemente. No estoy seguro, pero creo que soy yo, el que sin imposiciones, consigo que el pajarillo calle un poco y escuche.

¿Y mueres?

—Simbólicamente si. Es abandonarse en los brazos del sueño. Dejarse ir. Situarse en un plano diferente, trasladarse a otra realidad. 

¿Y luego cuando despiertas, es como un renacimiento?

—De nuevo simbólicamente si. Renacer no es un hecho comprobable; es solo una idea y como tal idea puedo plantearme el nuevo presente después de despertar, como una nueva vida y es lo que el simbolismo quiere dar a entender. Un día es una vida. La noche, la permanencia en eso que los budistas llaman el Bardo y el despertar es un nuevo renacer; otra vida. Y muy posiblemente desde los principios de los tiempos esta idea se ha ido convirtiendo en la semilla de las creencias sobre la reencarnación. Y para huir de la ácida realidad del desaparecer, somos capaces de imaginar y desarrollar en cientos de generaciones, escapatorias como los cielos, paraísos, nirvanas, reencarnaciones...
Pero yo solo utilizo la idea del renacer como una especie de ritual litúrgico para afrontar el día.  Tiene la misma sacralidad que la que pueda tener, ver la agenda o escuchar las noticias por la radio mientras desayuno. 

Oka-no, con esto ¿me dices que no crees en la reencarnación?

Eres muy pesado, hermano. Vivimos en espacios mentales paralelos y por lo tanto sabes perfectamente que yo vivo de contemplar las posibilidades y las imposibilidades. No me interesa creer; me interesa conocer y nuestra naturaleza no nos permite conocerlo todo. Entonces, intenta imitarme. Vive tranquilo. Contempla impasible tu mente y la de los demás. Aprende. 
Posiblemente lo más parecido a un reencarnación que llegues a vivir sea el despertar de las mañanas. Y si La Vida quiere (no, dios) reencarnarás toda la semana. 

¿No tienes miedo de estar equivocado?

Quién, ¿yo o tú?
Creo que quieres que te responda a una pregunta que en realidad, deberías hacerte. En cualquier caso te diré que tengo el mismo temor de estar errado que el de estar acertado. 




Imagen de RD LH en Pixabay

Doctor o prescriptor

 Vaya por delante, presentando este tema, que nunca han sido más importantes y apreciadas las excepciones y que afortunadamente aún quedan doctores en la práctica de la medicina. 

A veces uno se pregunta qué sienten los médicos cuando el paciente les llama Doctor. ¿Clasismo, suficiencia, soberbia...?
 De todo hay como en botica y creo poder suponer que algunos, bastantes o muchos, recordarán cual es la raíz etimológica de esa palabra. Nos llega desde el verbo docere del latín que se traduce por enseñar. Y así en nuestra lengua encontramos palabras que comparten raíz como documento, documental, documentar, docente, doctrina, docto. Todas ellas relacionadas con el enseñar y la enseñanza. También la palabra dócil lo es, en su acepción a aquel está dispuesto a ser enseñado.
Y sería bueno que recordaran esto, cada vez que les suena en los oídos. Y cuando se trata de los médicos harían bien en bajarse de la atalaya y recordar que su función es enseñar al paciente como curarse. Por el contrario, algunos (espero que pocos) creen que tiene la facultad de curar. Creen que curan a sus pacientes y olvidan que su función principal es tratar la salud, gestionar la salud y enseñar lo necesario para que aquel que ha perdido salud, la pueda recuperar, parcial o totalmente.
¿Acaso la salud es un paquetito que guardan en su cajón para dárselo al paciente? ¿No se trata más bien de un activo que el paciente lleva consigo y que debe ser... eso: activado de nuevo?

¿En que se ha convertido la medicina?
Se ha convertido en una práctica consistente en visitar un señor o señora que está hasta los huevos u ovarios según el caso,  sobrecargado de trabajo, que apenas cruza una mirada  con el enfermo. Situado detrás de una mesa que los separa, el doctor tiene la mano derecha sobre un ratón de ordenador y la vista fijada en una pantalla. Sin apartar la vista de esa pantalla preguntará —¿Qué le ocurre?— Y mientras el paciente relata sus preocupaciones, él repasará el historial, consultará un Vademecum, etc.
¿Qué porcentaje de lo que has explicado, ha sido bien recogido? Interesante pregunta. 
Evitará tocarte si puede, más aún en estos tiempos y evitará aproximarse lo mínimo a cualquier forma de empatía porque eso... les quema.
Mi experiencia con ellos (como todo el mundo) se remonta a mi niñez. Pero eran otros tiempos. Los tiempos de Franco, con una Sanidad muy diferente. Mis padres llamaban al médico y acudía a nuestro domicilio (médico de pago, claro. Se le pagaba una cantidad fija cada mes, como una especie de seguro particular). Aquel hombre sí enseñaba, se sentaba en la cama donde estabas, miraba la tensión, la fiebre, los ojos, la lengua, el color de la orina. Hablaba con aquel niño que yo era y explicaba que eran las anginas o la ictericia,  porque te dolía lo que te dolía y con la madre al lado, nos decía que debíamos hacer. ¿Medicación? La justa. Se tomaba un café en nuestro hogar e incluso nos dejaba libros de salud o nos informaba donde conseguirlos. 
Luego de esa niñez, nunca más necesité a un médico hasta que cumplí cincuenta años. Fue el momento de conocer el Sistema Nacional de Salud y tuve suerte. Durante 12 años tuve una doctora "que hablaba". Ella descubrió mi cáncer cuando aún era incipiente. Pero amigos... ya no tengo aquella doctora y ahora la Sanidad es una caricatura de lo que debería ser. De lo que era, incluso solo diez o doce años atrás.
No estoy reclamando esa atención del médico de mi niñez, para una Sanidad Pública, pero me pregunto qué puedo esperar de mi médico de familia o atención primaria, cuando es un tipo que incluso se le olvida explicar la pauta de medicación, tiene en mi web de salud dos e-consultas (el nuevo invento) pendientes de contestar ya hace más de dos meses y que en mi última visita tuvo la desfachatez de confesarme que solo estaba esperando la jubilación.
No soy un jovencito, así que ya se que puedo esperar de mi cuerpo y mis dolencias. Pero lo que no puedo saber es si mi doctor me enseñará como lidiar con mi vejez, como hacerla mínimamente más soportable. Si seguirán empeñados en alargármela o contrariamente se preocuparán prioritariamente de que me sea más llevadera. Sinceramente; creo que sería mejor llamarlo prescriptor que doctor. Me pregunto cuantos más hay parecidos.
Se está hablando mucho de incrementar esa basura que llaman asistencia online y no presencial. Me temo que pronto ya no hablaremos de doctores sino de dispositivos. Robots que no te enseñarán a morir ni a vivir y que solo estarán destinados a descargar un sistema que colapsa.

18/2/22

180222-1



El amor es un suceso en nuestra vida.
Un titular escrito para los demás que lo verán publicado en nuestras portadas. 
Algunos consiguen trasladarlo a una sección fija en la página tres y llenan su espacio cada día.
Otros, cuando lo buscan tratando de reavivarlo, solo lo pueden encontrar en la penúltima página, dentro de la sección de las esquelas.
L'amor és un succés a la nostra vida.
Un titular escrit per a d'altres que el veuran publicat a les nostres portades.
Alguns aconsegueixen traslladar-ho a una secció fixa dins la pàgina tres
 i omplen el seu espai cada dia.
D'altres, quan el cerquen tractant de reavivar-ho, només el poden trobar
 a la penúltima pàgina, dins de la secció de les esqueles.

17/2/22

Blogging in the sky

 Hoy he dedicado mi tiempo a recopilar datos sobre mi historia en la blogosfera. Me ha inspirado la entrada de Manuela Fernández en su blog Dama de Agua. Celebra su meritorio 15º aniversario. En ese tiempo ha sido siempre un ejemplo de constancia, centrándose en ejercicios de una literatura cuyo tema principal ha sido el relato corto o microrrelato. Y he tenido el privilegio de contar con su amistad desde la distancia y a pesar de que ambos tenemos un carácter fuerte y que obliga a meditar muy mucho antes de reaccionar; cosa que confieso, no siempre haber conseguido. A pesar de ello, creo que sigo contando con su aprecio y que en el fondo valora mi propósito de enmienda y rectificación.
He podido ver como su ilusión de publicar, mas allá del blogging, se hacía realidad y por partida doble, ya que su segunda publicación en formato libro impreso y electrónico está ya en fase de maquetación. 
Y como decía, eso me ha inspirado para repasar y ver cuan diferente ha sido mi trayectoria, aunque vaya por delante, que yo no la considero defectuosa. En este blogoplaneta hay diferentes tendencias, como etnias y culturas diferentes hay en el mundoplaneta. Y cada cual aporta como quiere, a quien quiere y cuando quiere.  

Paul Buchheit, creador de Gmail.
Y la culpa esta vez no fue del cha cha chá, sino de este señor de la foto, que al crear Gmail, abrió al mismo tiempo una puerta hacia nuevos y fantásticos servicios de Google.
Un día de enero de 2005 me daba de alta en Blogger asociándolo con mi cuenta de Gmail que sigue actual. Ese dato sigue incluido en mi perfil servido por Google. Pero ya antes a creo que en Septiembre de 2004 (no se bien la fecha) había tenido una primera cuenta con un correo (ahora inexistente) "xric...x@gmail.com". Gmail, acababa de nacer.
Con aquella primera cuenta reproduje (trasladé a Blogger) el que hasta aquel entonces gestionaba en la desaparecida "bitacoras.com". Se llamaba "Condición Humana" 
Una vez situado en Blogger, Condición Humana, llegó a tener unos 250 seguidores, que perdí en el momento en que -de nuevo- lo trasladé a otra cuenta (esta vez ya como noxeus@g...) y descubrí que además no podía tener la misma URL (como se suele decir, aprendes a limpiarte el trasero a medida que vas haciendo ca*c*)
Con el tiempo Condición Humana ya situado con noxeus como propietario, recuperó unos 100 usuarios más o menos. Pero (y aquí viene una demostración del desastre que puedo llegar a ser) me agobiaban  y me cansé del "comentarismo" y acabé cerrando el blog para empezar a centrarme en la fotografía que al fin y al cabo ha sido mi oficio.  Pero no acaba aquí la cosa. Según los archivos que conservo (porque eso si; cada vez que cierro un blog hago y conservo el backup de sus contenido) he montado en todo este tiempo seis versiones o blogs si lo prefieres y que han operado un tiempo para acabar en mi papelera de oro. Nombres como País de Nox, Noxland, Noxeus, Fotomente, Fotómica, etc. se han quedado flotando en la antimateria o aprovechados por otras mentes más persistentes que la mía. 
Pero curiosamente descubrí que "necesitaba" escribir. 
En cuanto al aspecto del Blog. Es siempre cambiante. Hay que reconocer que forma parte de mi ADN. En ocasiones con las plantillas que facilita Blogger y otras con interfaces de terceros, compradas o gratuitas y siempre modificadas y adaptadas por mi. Tengo guardadas un total de 103 plantillas, muchas de las cuales ya no serían operativas. Operativas para poder funcionar en el actual Blogger, tengo clasificadas 27. Una locura !! 
Ya hace muchos años, que dejé de ambicionar ni seguidores, ni comentarios, ni rankeos, ni otras mandangas. A mi tanto me entretiene modificar una plantilla, como añadir algún código, como probar y fracasar intentos variados o escribir una entrada. Todo forma parte de un ejercicio neuronal que a estas edades es "balsámico". Comento en muy pocos blogs y nunca como "intercambio de favores" pero leo bastantes.
Ahora con cuarenta y tres seguidores por suscripción de correo de los cuales solo figuran nueve en el widget), me siento mas feliz que un niño con zapatos nuevos.
Todo esto tiene una gran ventaja: Asegura que los seguidores son buenísimas personas, cargadas de paciencia y guiadas por la empatía/simpatía humanas. Buena gente.
Por cierto: 
MailChimp es el servicio que he escogido para sustituir al Feedburner que gestionaba las suscripciones vía email. Es infinitamente mas completo y entre otras cosas ofrece estadísticas muy detalladas. Por ejemplo ofrece el dato de quien abre y quien no, los correos que recibe y en que porcentaje lo hace. Esa empresa sugiere dar de baja a los que no abren los correos (son 9) y en eso estoy pensando. 

Admiro mucho a las personas que sin ser presuntuosas, son constantes y constructivas. Por eso las sigo. Y me temo que yo formo parte de otro grupo que quizás alguien bondadosamente, pueda clasificar. 
Y colorín colorado, esta historia se ha acabado.

16/2/22

Cuestión de edades.

 

foto:Noxeus

Nos gusta pensar en cual es la edad de los astros. La Luna, por su proximidad y presencia suele predisponernos a que hablemos de su edad.
— Uf...! Tiene que ser muy antigua — Suele decirse aún y no conociendo su edad.
Por eso cuando alguien te dice, hoy 16 de febrero, que la edad de la Luna es 14,1 días, se te pone cara de tonto. Y sin embargo es cierto. La edad de la Luna es esa 14,1 días (y sumando).
Y es que resulta que por "edad de la Luna" se entiende el número de días (y fracción) que han pasado desde la última luna nueva hasta el momento del cálculo. Y por esa razón la luna nunca tiene una edad superior a los 29,5 días. 

Otra cosa es su antigüedad; que resulta un término más apropiado para conceptuar el tiempo aproximado que ha transcurrido desde su formación hasta nuestros días. Y es que no hay un día señalable como aniversario lunar.
La Ciencia nos habla con el idioma de los números imprecisos, puesto que tampoco tenemos una idea exacta de los años que pudo durar su formación. 
La hipótesis más aceptada  (hasta que no se presente otra que la revoque) es que cuando el Sistema Solar tenía entre 30 a 50 millones de años (otro dato impreciso) un objeto de un tamaño aproximado a Marte (subproducto de las incipientes formaciones planetarias), chocó con una joven Tierra.
Ese impacto tuvo dos consecuencias. Una fue un cambio en el periodo de rotación de lo que quedó de la masa terrestre sobre si misma (alargó los días). La segunda consecuencia fue la fusión de materiales de los dos cuerpos afectados; el colisionador y el colisionado. Con el tiempo  y la gravedad el resultado fue la Luna. La ciencia dice que esto ocurrió hace 4.527.000.000 de años (diez millones arriba o abajo).

Muchas imprecisiones, dicen los que tienden a ser escépticos. No se dan cuenta de que esto es lo que define la grandeza de la ciencia: No responde a esa idea estúpida de "palabra de Dios", dogmática e inalterable, sino que se predispone siempre a la rectificación, renovación y acercamiento a lo preciso y a la verdad demostrable (Si es que hay una verdad demostrable).



Este Gif animado nos muestra lo que tarda la luz en viajar desde la Tierra a la Luna y viceversa (1,3" aprox.)

12/2/22

Comentando fotos


 📷Hace tiempo que no hablamos de fotografía, así que se me ha ocurrido traer esta imagen de los dos campanarios principales de la ciudad de Girona, para comentarla un poquito.
El de la izquierda está en un plano posterior y es el campanario de la Basílica de Sant Feliu, mientras que el de la derecha en el plano anterior (aunque sea difícil de distinguir en la imagen) es una porción del campanario de la Catedral de Sta. María de Girona.
Los separan alrededor de 150 metros según la cartografía de Google Earth y en esta web, podréis ver lo separados que están además de algunas curiosidades sobre este espacio.
La intencionalidad del fotógrafo fue la de componer una imagen en las que los dos objetos principales llegaran a parecer  partes de un solo edificio. Para conseguirlo utilicé un teleobjetivo de 450 mm. puesto que las ópticas largas (en este caso un x 9) tiene la propiedad de comprimir los planos de profundidad ocasionando que lo que estás más lejos parezca más grande y cercano de lo que realmente es y está. 

Debajo de éstas líneas os muestro un plano  (no del todo cenital) extraído de Google Earth donde podéis ver también la situación del fotógrafo a unos 500 metros de distancia en las murallas antiguas de la ciudad. (Pinchar las imágenes para ampliarlas)

Evidentemente no estamos hablando de ninguna proeza fotográfica; solo traigo la imagen a colación para explicar una curiosidad óptica que no todo el mundo tiene porqué conocer. De hecho es una imagen que no me satisface demasiado, puesto que me hubiera gustado tener los dos bloques sin el espacio vacío de la izquierda, que por cierto son árboles que parecen cercanos y que en realidad están a un poco más de 3,5 Km. Pero eso introducía nuevos elementos que estropeaban la simplicidad que es algo que me gusta buscar (Síntesis de elementos; menos es más).

8/2/22

Juego malvado


Nobody loves no one... nobody loves no one... nobody loves no one...
El anciano, sentado en su mecedora a la sombra del porche en aquel edificio viejo  lo repetía insistentemente. Tres, diez, veinte veces, sin parar para otra cosa, que no fuese dar una calada a uno de esos cigarros que parecen un palo imposible de apagar. Boca y cigarro parecían un todo inseparable. Un mono de esos hechos con ropa tejana con un peto de cuyo bolsillo asomaba una petaca seguramente de whisky. Una típica gorra de béisbol muy gastada y sucia, con su bandera americana,  daba sombra a unos ojos brillantes enmarcados en una tez curtida, bronceada y de barba poblada. 
Su balanceo en aquella mecedora no era sosegado; muy al contrario, podía decirse que era frenético y parecía competir con el temblor de su mano izquierda que se hacía ostensible cuando soltaba el reposabrazos. 
De vez en cuando se hacía un silencio. Aquella mirada se perdía en el paisaje que tenía frente a si, un paisaje compuesto por casas diseminadas en las afueras de aquel pueblo en medio de la nada. 
Repentinamente reinició su recitación, pero esta vez con un nuevo mantra:
This world is only gonna break your heart... this world is only gonna break your heart... this world is only gonna break your heart...

Su salmodia era ahora con una voz más calmada, casi como un susurro y parecía mascullar cada palabra. Daba la impresión de que se estaba quedando sin energía por momentos. 

Al día siguiente volví frente al porche y esta vez el anciano, estaba acompañado de una joven que le estaba recortando la barba. Me acerqué y le pregunté si todo estaba Ok y si necesitaba algo. Le expliqué que era un nuevo vecino del viejo, que acababa de alquilar la casa situada a la izquierda . La muchacha se alegró de la noticia y no vaciló en decirme que le tranquilizaba saber que ahora tendría un vecino cercano. 
El anciano pareció inquietarse y clavando la mirada en la joven volvió a insistir con su recitación:
—Nadie quiere a nadie... Este mundo solo te romperá el corazón...

A los pocos días habíamos creado una cierta amistad con la joven y también con el viejo a raíz de un paquete de cigarros mejicanos que le introduje en el bolsillo de su peto. Tenía momentos de lucidez y dejaba de cantar, pero tarde o temprano volvía a la cantinela. Rachel, resultó ser su sobrina y me explicó la historia:

El viejo se llamaba Arthur, tenía ochenta y dos años y hacía cuarenta que vivía solo. En poco tiempo perdió a su familia. Su mujer y una hija fueron victimas de un terrible accidente en la 66 y la hija mayor apareció muerta en el desierto, solo unos meses después. El novio le acusó de que la joven escapó por malos tratos, lo cual Rachel, niega rotundamente. —Arthur no es así, es bueno. Jamás haría daño a nadie, menos aún a su hija— Me insistió.
El pueblo se puso en contra de Arthur. Se reían de su depresión. Le hacían la vida imposible y finalmente le quemaron la casa. Se tuvo que ir del pueblo y se mudó aquí, cerca del único hermano que tenía, padre de Rachel que también murió recientemente.
—Es un viejecito que no molesta y que necesita poca ayuda, pero tiene el corazón muy amargo. No tiene amigos. Solo me tiene a mi y a mi hijo, pero este ya se está convirtiendo en un adolescente y cada vez lo visita menos. No ocultaré que tiene algo de demencia senil, pero soportable; al menos de momento.
Rachel es madre soltera. No se puede decir que sea una mujer hermosa, pero su inteligencia y su actitud positiva la hacen mucho mas atractiva que cualquier hermosura física. Y me estoy proponiendo ser un buen amigo de Arthur y quien sabe... A lo mejor Rachel y yo, le podemos demostrar al viejo que su cantinela está equivocada.
 



7/2/22

An'ya y un día de mal humor.

 
La nube más negra acaba
precipitando conocimiento
.
—Y ahora ¿Qué demonios te pasa? ¿Acaso tengo que explicarte lo enfajado e incómodo que se puede llegar a estar dentro de tu mente, cuando estás sumido en ese extraño ánimo que abarca desde el enfado a la tristeza y desde la apatía a la rebelión?
No puedo adivinar qué detonante de los múltiples a los que eres sensible, pueda ser el causante de este desarreglo mental. Me provocas una sensación claustrofóbica y una angustia parecida a la que se pueda sentir cuando te inmovilizan mediante una camisa de fuerza. Y me tengo que defender. Para no resultar dañado se impone una relajación absoluta, total silencio y quietud. Solo de ese modo puedo dejar a un lado el sentirme enfajado, enjaulado y apretado por tus malas vibraciones. Justo cuando deberías poder escuchar mis consejos y sugerencias, me obligas a callar. 

—No lo sé, maldita sea! Solo me faltabas tú, con tu cháchara insoportable. No puedo con ese complejo tuyo de gurú  sabelotodo. No vives en el mundo; vives en mi mente. No es lo mismo. Lo quieres todo redondo y bien acabado y no puede ser. Soy un ser humano que se asusta, que teme, que odia, desea. Un tipo corriente que se equivoca, que mete la pata, que insiste, que se ilusiona y desilusiona. Y oye, mira... Ahora que te quejas, que dices que te sientes incómodo en mi mente, me pregunto qué será de ti el día que mi cerebro se apague. ¿Con quien hablarás? ¿A quién sermonearás?

An'ya alargó un silencio reflexivo, más de lo acostumbrado. Era evidente que estaba tratando de elaborar una respuesta ante el reto de las dos preguntas y que estaba exprimiendo todo su saber antes de contestar, pero mi hartazgo hizo que siguiera enfrentándome.  

—Qué! Parece que te has quedado mudo. Se te da muy bien el palique cuando te desparramas en cuestiones indemostrables. Eres el rey de las parábolas y manejas la palabra con una gran perfección. Que si Dios, que si eternidad, que si reencarnación y karma. En realidad, un sinfín de cuentos que tratan de aliviar la dureza del existir, a base de esperanzas que posiblemente fueran creíbles en otros tiempos de abundante ignorancia, pero que hoy ya no sirven. 

—No estás en el mejor punto de equilibrio para escuchar respuestas, pero si me callo entenderás que no sé que contestar y no es cierto. Me preguntas que será de mi cuando mueras y no hay respuesta más fácil: No tengo ni la más mínima idea. Es decir, tengo la valentía de afirmar que no lo sé. Y al mismo tiempo, también tengo la valentía de afirmar que tampoco tú, tienes ni la más remota idea. Creo que ambos sabemos que nuestras ideas, inquietudes, preguntas y respuestas no son otra cosa que el resultado de una actividad neuronal. En esa actividad entran en juego conceptos heredados de otros cerebros a lo que llamamos cultura, sumados a otros conceptos, nunca mejor llamados así, porque son concebidos, esta vez por nosotros mismos y fruto de las experiencias vitales y comparaciones. ¿No te has preguntado nunca en qué creerías si nadie te hubiera enseñado nada sobre aquello en lo que crees?
Pues bien, si nuestras ideas se elaboran en nuestra mente, lo que entiendes por "tu" y lo que entiendes por "yo" son solo una construcción mental y si no hay mente, no hay construcción. Así pues mi respuesta es la que te he manifestado: no lo sé y hasta donde la ciencia nos dice,  cuando se apaga el cerebro, tan imposible es que yo tenga con quien hablar y sermonear, como lo es que tu puedas ser interpelado y sermoneado.

—Entonces, ¿me estás diciendo que la muerte es la desaparición más absoluta y definitiva?

—Preguntas porque en realidad temes una respuesta afirmativa. Pero no esperes esa respuesta de mi. Te la he dicho: no lo sé. Y tan ignorante y soberbio es aquel que niega como el que afirma cuando responde. De nuevo y como te dije hace un tiempo: Toda esta inquietud,  es solo el poso que deja el miedo y el desespero. Si de niño te hubieran enseñado a afrontar lo que es la muerte, sin adornos esperanzadores, cielos, paraísos y otras edulcoraciones, ahora en vez de estar tan agrio y enfadado, estarías gozando el momento de vivir. y posiblemente tu vida sería una hermosa obra de arte. 

Decidí dormir y esperar que en el siguiente día, el mal humor se hubiera disipado. Sinceramente creo que esa nube negra, en el momento adecuado, precipitó una favorable lluvia de conocimiento.