Metástasis social

Vivimos en una sociedad enferma. 
Nuestra sociedad tiene un cáncer en pleno proceso de metástasis generalizada y que provoca un colapso generalizado del conjunto de órganos que la componen. Dejadme decir que lo más fastidioso y preocupante resulta ser que estando como está, no acaba de entrar en una fase terminal y por extrañas circunstancias que no soy capaz de vislumbrar, se mantiene viva. 
Puede que os pueda sonar muy fuerte, pero en ocasiones pienso que aquella advertencia de un profeta persa del siglo XIX, (Bahá'u'llàh) cuyas enseñanzas, sus discípulos, institucionalizaron  formateándolas como una religión más (Fe Bahá'í), sería lo mejor que podría ocurrir:
Pronto el orden actual será enrollado, y uno nuevo será desplegado en su lugar. Ciertamente, vuestro Señor habla la verdad y es el Conocedor de cosas no vistas.  El día se aproxima cuando Nos, habremos enrollado al mundo y todo lo que en él existe, y habremos desplegado un nuevo Orden en su lugar.

No; no soy una persona religiosa y, por tanto, contemplo este tipo de paisajes (escrituras), sin afectaciones. Da igual la veracidad de la advertencia. Da igual la autenticidad o si lo profético es un cuento o una historia. Lo único que importa es que quizás en ese mensaje, lo que pueda haber es una pulsión ya desde tiempo, de una necesidad que empieza a manifestarse: Putrefacción a limpiar, necesidad de sanación.

A veces me inclino a pensar que tal como están yendo las cosas, lo mejor que pueda ocurrir sea un latigazo que despierte consciencias. Pero de verdad y no -como se suele decir- de boquilla.
Eso, lo mejor. Lo peor, el colapso total.



Mientras nos entretenemos señalando con el índice las malversaciones, los insultos, la corrupción, etc. de los políticos que se supone que nos administran, no vemos la maldad que hay en las otras capas de la sociedad. No vemos la depredación implacable que impera en el mundo laboral. No vemos el hastío de los servicios. La mala gana, el desaire. Desde una pequeña empresa de arreglos de ropa, hasta esa clínica dental, o ese taller donde te arreglan el coche. Malas caras, poca educación, la ley del esfuerzo mínimo. 
¿Eficacia, honestidad,? —¿De qué mierda me hablas?
Nos escandalizan las chorizadas de los líderes (o no tan líderes) políticos. ¡Qué vergüenza!
¿Sabes? Pienso que detrás de esa escandalera, lo que hay es la puñetera envidia de que nosotros, solo podemos «escaquear» el IVA de alguna miserable factura. Trapicheos de poca monta. Envidia farisea.

Nuestros jóvenes. De verdad, no entiendo como no lo incendian todo. No pueden acceder a trabajos en condiciones, no ven horizonte alguno en su porvenir, no pueden formar una familia en condiciones dignas o hipotecándose para toda una vida. Nos quejamos. Su comportamiento nos resulta molesto a veces. Pero... por el amor de tal! Si son unos angelitos... se conforman con algún botellón, darle a la maría y algo más que realmente molesta. Pero, insisto, no entiendo como no lo queman todo.

Somos una sociedad semejante a un enfermo en una UCI oncológica. Alguien acabará dejando libre esa cama. Alguien desconectará las vías y cesará la medicación que no cura; solo prolonga. Mantiene vivo, o mejor dicho, medio muerto.

Publicamos este escrito en el instante en que se produce el solsticio en España (20 de junio a las 22:51) para que toda esa pandilla de locos que están ahora haciendo sus estrambóticos rituales, en las piedras de Stonehenge, convoquen a los cielos para que nos envíen de una vez por todas "al carajo"

Opina

Més recent Anterior