Esto es una versión interpretativa y libre, de la letra de esta canción.
La soldado luce una pequeña estrella de David que cuelga del bolsillo superior de su chaleco. Cerca del corazón. Es joven y tenía previsto casarse pronto. Su gobierno la obliga a cumplir un servicio militar que le provocaba una sensación igualitaria con los hombres.
Está tendida al lado de su vehículo supuestamente blindado. Han recibido el impacto directo de un proyectil de mortero. Ella se ha llevado la peor parte y sus compañeros están tratando de calmarla después de haberle inyectado morfina. Tiene el vientre abierto y los genitales destrozados. Está delirando y llama a su madre.
¡Mamá, quítame esta insignia, quítamela! ¡Me queman las puntas de la estrella!
Ya no quiero ni puedo tenerla después de todo lo que he visto. De todo lo que he hecho. Ahora no veo nada. Todo se está volviendo oscuro como para poder ver... se está poniendo oscuro, muy oscuro para ver...
En su delirio, golpea constantemente un bidón metálico y vacío que tiene a su lado.
En su delirio, golpea constantemente un bidón metálico y vacío que tiene a su lado.
Siento que estoy llamando a las puertas del cielo
—Toc-Toc-Llamando a las puertas del cielo— repite constantemente.
Ya solo tiene un hilo de voz. Atrás ha quedado aquella fuerza con la que contestaba las órdenes de sus superiores. Ahora solo son susurros entrecortados que salen de sus labios inundados por las lágrimas que se deslizan por su cara.
Mamá, tira mis armas al suelo, corre, escóndelas, entiérralas. Ya no puedo... no quiero... dispararles... no. Son niños... soy niña... no deberíamos morir... Esa fría nube negra está bajando
Tengo que llamar a las puertas del cielo
Toc-Toc-Llamando a las puertas del cielo
Toc-Toc-Llamando a las puertas del cielo...
En su interior y antes de que la morfina empiece a sedarla, escucha su propia mente que desordenadamente y aparentemente sin sentido, le dice:
"Será mejor que empieces a aceptar tu propio rango de subyugación. (resignación)
Porque estás sóla ante el hecho de tener tus partes hechas jirones
La lápida y la funeraria, eso es lo que te espera...para siempre
Y no podríamos llamarle suerte, si pudieras salir viva de la vida".
Toc-Toc-Llamando a las puertas del cielo...
Toc-Toc-Llamando a las puertas...
Toc-Toc-Llamando...
Toc-Toc...
Toc...
foto: egdigital (IStok Images) |
Nota: Dudo mucho que esta interpretación que hago de la letra de la canción y con la que construyo el relato, le pasara por la cabeza al Sr. Robert Allen Zimmerman, por muy Bob Dylan que también se haga llamar; judío, por cierto . Una canción, que se empobrece en boca del autor, que cuando la canta parece que está mordiendo un chicle y que se sublima en los cientos de versiones que se pueden encontrar en YouTube.
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