Indignación

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Después de los episodios de ayer, que he tratado de evitar su visibilidad en lo posible, me plantee la posibilidad de proteger un poco más mis blogs. En el otro, que tiene la pretensión de ser más personal, los «ataques» desde comentarios diversos fueron realmente incómodos. Luego la cosa se extendió aquí y mi trabajo tuve para que no se visibilizaran. 

Hasta cierto punto, aquí, me armo de paciencia y ya está, pero en Universos Personales, no quiero. 

Traté de establecer los comentarios de Disqus; lo conseguí allí, pero por lo que parece, aquí, esta plantilla tiene alguna incompatibilidad que no deja trabajar correctamente a ese sistema.

Y todo esto sucedía mientras en el blog de un amigo muy querido, estaba sucediendo algo parecido. Una coincidencia que me desequilibró aún más, porque ver como se insulta y menosprecian la dignidad de un señor cuya sensibilidad, buenos modales, cultura y buen hacer son ejemplares, me indigna sobremanera.

Como me indigna ver que una furcia, calienta-braguetas (y lo digo con todas las letras)  tiene más de 1600 seguidores, que le ríen las gracias, que comenta insultando la dignidad de los hombres y en aras de la libertad (qué entenderán por eso) no le borran los comentarios. 

Que un venerable abuelo, admirable, admirado y querido quiera cerrar su blog de muchos años, porque no quiere que sus nietas lean según qué comentarios, es la medida de la mierda en la que flotamos

Esto se está estropeando y no queda otro remedio que ser coherente con ciertos principios y no contribuir a ello.

Toca pensar, repensar, remodelar, reinventar… Me voy «a la cueva».