En el calor de aquella noche de junio, descubrí como competían los perfumes de las sedas de tu cama y los suaves aromas de tu piel. Solo aquel que desprendía tu cabellera negro azabache, permanecía al margen, seguro de sí mismo, confiando en que era mi preferido.
Pintura de Yasunari Ikenaga |
0 Comentarios:
Publica un comentari a l'entrada