30/10/23

Haciendo amigos entre los mios

En estos tiempos en que nos ha tocado vivir, donde por reivindicar, se reivindica cualquier cosa, o en otro ámbito, se defienden cuestiones que a mí ni me la pelan, ni me la sudan, porque desde un punto de vista antropológico (comportamiento humano) me parecen medievales, mezquinas y de una estrechez de miras espectacular. 
Una de ellas es esa que me invita (eufemismo) a usar siempre el catalán y sobre todo con aquellos "nouvinguts" que se supone que lo están aprendiendo. Y aunque entiendo y valoro lo que hay de propósito detrás de esa invitación, no considero que sea el camino correcto. Y no lo considero por muy intelectuales que sean los que lo defienden. No me convencerán, pues por encima de la defensa de las lenguas, sean las que sean, la prioridad es la cortesía. Y por supuesto que existen variedad de posibilidades para que el que quiera, aprenda el idioma que quiera.
No me acaban de convencer, mantras como por ejemplo: "en defensa de la llengua". La única lengua que creo que hay que defender es esa que tenemos dentro de la boca, de las bacterias, heridas y otras cuestiones lesivas; la otra, no. 
Considero que es mucho más importante recuperar la vieja idea de un idioma universal, porque lo que realmente importa es comunicarnos, entendernos. Todo lo que sea poner dificultades a esto, es sencillamente una nueva forma de despotismo medieval. Aquello del... ¡por cojones!, ya no mola.

En un diálogo, siempre se debe usar el idioma con el que se ha arrancado la conversación y si no se puede, hay que tratar de llegar a un convenio, pero nunca imponer el propio para que el otro supuestamente aprenda.
¿Quiere decir esto que no se deban utilizar las lenguas propias? —Claro que no. Pero no imponerlas. En el caso de Catalunya, ni la una, ni la otra, ni la de más allá. Deben seguir todas, el natural trayecto que las lleve a donde deban llegar. És més que evident, almenys per a mi, que cal cercar altres mecanismes
El mundo ha cambiado. Quién sabe, si dentro de 50 años, no estaremos hablando ruso, chino, israelí o árabe.

Y en esta línea reivindicativa (seguro que más de uno sabrá ver los paralelismos), alguien podría explicarme por qué carajo, yo que soy zurdo, no puedo darle la mano a los demás usando la izquierda. Fixeu-vos quina cosa més simple i, en canvi, és una imposició com la que alguns pretenen amb altres coses.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada