Otoño

El Observatorio Nacional de Astronomía anuncia la próxima llegada del Otoño 2023.

Y como suele ocurrir, no falta quien se sorprende y dice algo así como:

—¿astronómico? Pero, ¿esto no es cosa de meteorólogos?—

Evidentemente no. El inicio del Otoño, es una simple posición de la Tierra en su recorrido orbital alrededor del Sol. Y ese momento, no necesariamente coincide con esa "impresión" del cambio de estación. Los meteorólogos (ahora, si) anuncian un aumento de temperatura para la próxima semana lo cual nos hace pensar que tendremos la sensación de que el Otoño (estación) se atrasa y efectivamente, no es solo una sensación, es una realidad.

La llegada de esta estación será el 23 de septiembre a las 8.50 horas en la Península Ibérica. El otoño durará aproximadamente 89 días y 21 horas y finalizará el 22 de diciembre para dar paso a la siguiente estación, el invierno.

Y, hablando de sensaciones. Sabemos que las plantas empiezan a presentar cambios importantes cuando llega esta estación. Pero los biólogos saben que "la programación genética" que dispara esos cambios se relaciona más con los ciclos lunares que con los momentos estacionales. Así veremos que después de la próxima luna llena (dia 29 setb. 11:57) y durante la posterior fase decreciente, es cuando más se disparan los procesos otoñales en las plantas. 

En cuanto a los humanos, con una genética mucho más compleja y con el valor añadido de poseer unas facultades más amplias, veremos, sin duda, como estos otoños se parecen poco a los que recordamos de nuestra infancia/adolescencia. ¿La percepción otoñal, durará lo mismo o parecido que la del cálculo astronómico? ¿Serán 89 días o serán menos?

Y para los cercanos a los movimientos negacionistas (espero que pocos en este blog), decir simplemente que el cambio climático tiene su influencia indudable en estas variaciones, pero efectivamente, no es la única influencia. Hay otros ciclos, algunos conocidos y estudiados, como el Niño y otros menos estudiados, que van desde el inevitable bamboleo del eje terrestre, hasta otros ciclos solares, sospechados, más que conocidos

Disfrutemos de los cambios cromáticos en nuestros paisajes, y como dice un poema japonés (no es un koan) del cual ignoro la autoría:

En el bosque, después del amanecer,
bailan felices con la música
de las hojas cayendo.