5/9/23

Ángel

Okanuh, ¿Tú crees en los ángeles?
—Escucha viejo, lo que te voy a decir: No creo en nada. Pero si me hablas de ángeles, menos aún. No necesito creer; los conozco. Conozco "el ángel".

Vaya! Parece que te has levantado fino hoy. ¿Qué dices, hombre?

—Eso. Que los conozco. Lo que pasa es que tú, pedazo de alcornoque, aún andas pensando en los ángeles de las estampitas a los pies de la Virgen, aquellas que te daban en el colegio. Espabila chico, que ya vas con el freno puesto y en bajada, nene. Espabila.
Los ángeles habitan entre nosotros, pero no son otra cosa que energía. Los ángeles responden a la auténtica idea de la comunión. No tienen rizos, ni pelo dorado, ni una corona de luz en la cabeza, ni miran al cielo con cara ingenua, ni tiene alas, ni van descalzos, ni nada de eso. Los ángeles son el fruto de los buenos corazones, son emanaciones del amor, de las buenas obras. Son algo vaporoso que se desprende de las miradas llenas de ternura. Son el puente entre el creador de la obra artística y aquel que la contempla. Son jinetes que cabalgan sobre nuestras emociones nobles. Un ángel es aquello en lo que no debes creer; solo tratar de contemplar. Y por muy bruto que sea, lo notarás, porque esto no es un tubérculo nacido en el campo de la religión; es otra cosa. Es un ente provisto de tres extremos sobre los que se sustenta: lo bueno, lo bello y lo auténtico o verdadero.  
Mira este video. Hay un ángel manifestándose mediante un cuerpo joven que canta y mueve los corazones de mucha gente absorta. No los mueve la joven sino el ángel.

Editado (6-9 a las 7:37 am): Cuando publiqué este post, el video gozaba de derechos de reproducción. Ignoro cuál pueda ser la causa, pero finalmente han retirado el video. Lo lamento.


 
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