A vueltas con la climatología.

Es bastante común observar que cuando se trata de argumentar sobre la veracidad, o no, del cambio climático, o plantear dudas, personas sin duda inteligentes suelen caer en el error de presentar datos de hemeroteca o registros meteorológicos históricos: En tal o cual año, hizo un verano tan tórrido como este o en junio llovió más que en el dos mil y pico, etc. etc.

Esos datos, presentados como argumentario para profundizar sobre la realidad del Cambio Climático, no son válidos. Si tú los utilizas para desmentir aumentos de temperatura, puede que sean muy ciertos en tu entorno próximo, pero no lo sean, solo a 300 o 400 km. de distancia en otra región geográfica. Y pueden serlo a nivel del mar y no, a 1500 metros de altura. El Cambio Climático y la consecuente y ya reconocida "emergencia climática", es una cuestión global, un fenómeno planetario.

Me recuerda aquel prisionero, encerrado en una celda después una larga travesía por mar y que en su encierro solo contaba con un agujero cilíndrico de 3 o 4 cm. de diámetro en un muro de 60 cm. de espesor. Mirando por ese agujero, podía incluso observar el cambio de las estaciones, pero le era imposible tener una perspectiva del paisaje. Solo podía ver una muy pequeña porción.

Algo muy parecido ocurre con los datos meteorológicos. Son demasiado «estrechos» para validarlos como argumentos en concordancia o discordancia de la realidad del cambio.

Para entender el cambio climático, es necesario comprender tanto la meteorología como la climatología. La meteorología es el estudio del tiempo atmosférico y la climatología es el estudio del clima a largo plazo. Ambas disciplinas son importantes para comprender los cambios que están ocurriendo en el clima de la Tierra. Pero no son la misma cosa, ni la misma ciencia.

La meteorología es relevante para comprender los fenómenos meteorológicos individuales, como las tormentas, las olas de calor y las sequías. Estos fenómenos pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas, y es fundamental poder predecirlos y comprenderlos para tomar medidas de mitigación y adaptación.

En cambio, la climatología es crucial para comprender los cambios en el clima a largo plazo. Estos cambios pueden ser causados por una variedad de factores, como la actividad humana, las erupciones volcánicas, la actividad solar y los cambios en la inclinación del eje y variaciones en la órbita de la Tierra. La climatología puede ayudarnos a comprender los cambios que están ocurriendo en el clima y a predecir cómo estos cambios podrían afectar a la Tierra en el futuro.
Y esta disciplina, recurre NO SOLO a la meteorología, sino que introduce como variables, desde el estudio de las fosas marinas, hasta la actividad en el espacio cercano; desde el comportamiento industrial hasta los ciclos reproductivos de ciertos animales. Si la meteorología ya es de por sí compleja, la climatología lo es bastante más. 

Para entender el cambio climático y poder argumentar sobre su realidad (o no), es necesario estudiar y comprender tanto la meteorología como la climatología. Estas disciplinas nos ayudan a comprender los fenómenos meteorológicos individuales y los cambios en el clima a largo plazo. Pero ceñirse exclusivamente a la información que procede de la meteorología sería como tratar de entender la fauna terrestre, considerando solo los mamíferos e ignorando por ejemplo los invertebrados. Esta comprensión global de ambas disciplinas es esencial para tomar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.

En resumen, tanto la meteorología como la climatología son importantes para entender el cambio climático. La meteorología es importante para comprender los fenómenos meteorológicos individuales, mientras que la climatología es importante para comprender los cambios en el clima a largo plazo. Ambas disciplinas son esenciales para tomar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático.
Las hemerotecas  y las comparativas sirven, pero muy poco. Incluso pueden ser engañosas.