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| foto: Gilles Alain Taochy |
Ahora mismo no estoy muy seguro de si estoy invirtiendo tiempo en esto o solo estoy invertido y lo veo todo boca abajo. Parece que eso de las inversiones, en español, es un tanto confuso; por no entrar en la perversa acepción de la palabra invertido, que ahora no viene al caso.
Y cuando observas la semejanza que tiene el tiempo, con el agua que intentas beber de una fuente utilizando una sola mano, te das cuenta de que todo es demasiado líquido como para aceptar que tenga una forma concreta. Y es que ese todo, solo consigue adoptar, temporalmente, la forma de aquello que lo contiene. Digo temporalmente, porque no se mantiene. Se escapa, se pierde... se desperdicia.
¿De qué hablábamos? —Del tiempo invertido, evidentemente.
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