A esos que se llenan la boca opinando de lo que no saben; es decir, de oídas, sobre la fotografía editada, post producida, o como leches quieran llamarlo, decirles que a mí también me gustan los petroglifos y las pinturas rupestres de Altamira. ¡Como no! Pero ando, como y respiro en este siglo XXI
El noventa y nueve por ciento de los que leen esto, alguna vez vieron fotografías en el pasado siglo XX. En menor porcentaje algunos usaron una cámara. Aún menor número, revelaron en un cuarto oscuro. Vimos llegar las posibilidades digitales, lo cual jamás significó que las químicas tuvieran que abandonarse. Y ahora parece que algunos "estupendos" abogan por un purismo falso, sustentado en la idea de la no edición. Me dan el mismo asco que los terraplanistas.
¡Por favor! Denles una cueva y que pinten bisontes. No merecen, ni la cámara, ni los editores. En aras de ese purismo, que vuelvan al origen y que pinten lo que quieran, aunque dudo mucho que consigan el peso artístico de las obras de nuestros ancestros más antiguos.
Afortunadamente el mundo evoluciona. Afortunadamente somos diversos. Afortunadamente, nos expresamos de forma diversa y afortunadamente nada tiene porque ser excluyente.Ni siquiera la ignorancia.
Provoquemos un poco: Foto: Rambla de Girona. Ricard Pardo (noxeus)
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