Me apetece hablar un poquito sobre el contenido del video de ayer publicado en la entrada Un mensaje de sabiduría (de Ramón Bayes).
No hace ninguna falta cualquier formulación religiosa para dibujar un propósito en la vida o para responder a la pregunta fundamental que solemos hacernos de ¿Cual es el sentido de la vida?
Rusell dice: "hemos venido para..." Pero yo me inclino a pensar que decir que hemos venido ya es mucho suponer. Implica que venimos de algún sitio o lugar y yo ni lo entiendo ni lo creo. Simplemente somos el fruto del amor y la naturaleza y eso basta. Nacemos aquí; no venimos desde algún lugar hasta aquí. No me cuesta respetar las creencias de los demás, pero no por ese respeto, debo silenciar mi opinión de que esta "llegada" es una mera especulación, indemostrable.
Sinceramente no veo problema alguno en aceptar nuestra "aparición biológica" en el mundo de la vida viva, e incluso creo mucho más maduro aceptar su temporalidad y finitud sin la necesidad de consuelos de posibles paraísos, cielos, reencarnaciones, etc.
Y toda esta crudeza vital, insoportable para algunos, la desesperante idea de la desaparición absoluta, tampoco debería resultar en un impedimento para hacer propio un pensamiento hermoso como este:
¿Para que estamos aquí?
—Para que nuestra aportación, por pequeña que sea, amplíe el conocimiento humano. Nuestras experiencias vitales transmitidas a nuestros hijos, amigos; nuestro humildes escritos, diálogos y acciones positivas e incluso ejemplares, en la medida que sea, son aportaciones a este propósito. Todos, en la medida que les sea posible; desde el científico, hasta un humilde labriego. Todos.
¿Y para algo más?
—Si; estamos aquí para experimentar en nuestra consciencia, el amor. Amor de pareja, amor de padre o madre, el amor de la amistad, el amor por la humanidad, el amor a todo lo vivo, el amor a la tierra... Ese amor es una energía imprescindible sin la cual mi respuesta anterior no sería posible. Estamos en el mundo para que sea mejor.
Luego cuando repaso los párrafos anteriores, An'ya me dice:
—Y además, ten en cuenta que si por algún casual desconocido, la transcendencia tuviera alguna forma de realidad, todo este propósito y sentido de vida, seguirían siendo totalmente válidos. Así pues no pierdas el tiempo discutiendo esa posibilidad y trata de ampliar conocimientos y vivencias aquí y ahora.
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