Cuarenta y cinco años después de su lanzamiento la Voyager 1 de la NASA continúa su viaje más allá de nuestro Sistema Solar, superando muchas veces las previsiones iniciales para las que fue lanzada.
NASA comunicó el miércoles que si bien la sonda aún funciona correctamente, las lecturas de su sistema de control y posicionamiento no parecen coincidir con los movimientos y la orientación de la nave espacial, lo que sugiere que la nave está confundida acerca de su ubicación en el espacio.
El sistema de control y posicionamiento es esencial para que la Voyager envíe datos sobre su entorno interestelar circundante. Es imprescindible mantener la antena de la nave apuntando directamente a nuestro planeta. La nave y su gemela Voyager 2 tienen casi 45 años. Esta última no presenta anomalías y se está comportando con normalidad.
Lanzada en 1977, esta nave pionera abandonó nuestro Sistema Solar y entró en el espacio interestelar en 2012 . Ahora está a 14.500 millones de millas de la Tierra, lo que lo convierte en el objeto más distante creado por el hombre.
Los datos de control para tratar de solucionar el problema, a pesar de viajar a la velocidad de la luz, tardan 20 horas y 33 minutos en llegar a la ubicación interestelar actual de la Voyager, por lo que un mensaje de ida y vuelta entre la agencia espacial y la Voyager tarda dos días.
Veremos si los ingenieros dan con una solución o pronto sufriremos la perdida de contacto con la nave.
Efectivamente. Esta es la nave que lleva en su estructura el disco de oro con un mensaje realmente críptico, iniciativa de Carl Sagan, pero que se supone que sería potencialmente descifrable para una civilización extraterrestre avanzada.
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