Ocurre como con las nubes. Cada cual ve una imagen diferente. Desde un ojo de gato ( de hecho su nombre popular) hasta una medusa, una concha o el culo de un mandril. En realidad, es una de las nebulosas planetarias más brillantes y detalladas que conocemos hasta ahora. Compuesta de gas expulsado en una relativamente breve y a la vez gloriosa fase del final de su vida, de lo que no era otra cosa que una estrella similar a nuestro Sol; ahora en plena agonía.
Por primera vez en la historia de la humanidad, el ser humano puede tener la capacidad de prever como puede ser el final del sistema planetario que habita, cuando su estrella, no antes de 5.000 millones de años sufra un final parecido. En el centro de la imagen vemos la estrella moribunda y la expulsión de gases abarca entre los dos extremos, la nada despreciable distancia de medio año luz.
Por primera vez en la historia de la humanidad, el ser humano puede tener la capacidad de prever como puede ser el final del sistema planetario que habita, cuando su estrella, no antes de 5.000 millones de años sufra un final parecido. En el centro de la imagen vemos la estrella moribunda y la expulsión de gases abarca entre los dos extremos, la nada despreciable distancia de medio año luz.
El filósofo piensa:
Efectivamente el Universo es grande, pero nuestra pequeñez, lo hace inmensamente mayor.
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En dos palabras, IM PRESIONANTE.
ResponEliminaHay agonías que nos parecen inimaginablemente lentas...si pueden suceder no antes de 5.000 millones de años. Tal vez porque no tenemos capacidad de sentirlas cerca, o porque nosotros nos habremos ido un poco antes.
ResponEliminaA los terrícolas pensantes nos es más posible imaginar las formas y colores de una imagen de los gases y vapores de una nebulosa que dejará de ocupar un pequeño (medio año luz) espacio del horizonte lejano.
Un abrazo, de los nuestros, con dos brazos que abarquen y superen la pequeña-infinita humanidad de un amigo.
Debe ser por la distancia existente entre ese Multiverso y el universo individual o del colectivo humano, que tiene su mérito. Me basta pensar en la distancia que la especie humana tiene sobre sí misma. Desde los que arrancaron como primates evolucionados hasta estas investigaciones sobre el cosmos. Prever la desaparición del planeta, bueno, la idea es poderosa.
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