Los romanos decían de España que era tierra de abundantes conejos |
Hace unos días, en una entrada que hablaba de arte, trataba de explicar como, lamentablemente, se usa la palabra "proyecto" con el rigor suficiente. A cualquier cosa de le llama "proyecto" cuando este, para serlo debería conllevar propósito, ambición y una preparación consecuente a los logros a conseguir.
Hoy me interrogo sobre el proyecto nacional. Porque imagino (quizás con demasiada ingenuidad) que en este país tenemos un proyecto, un objetivo, un anhelo... un... no sé.
El que piense que estoy hablando de política, será mejor que salga de la entrada y se vaya a leer alguna poesía (que por cierto, adolece del mismo problema que lo del proyecto; a cualquier cosa se le llama poesía y el ridículo mariposeo que abunda por estos lares, ya empieza a cargar). El tema, lo encaro, no desde la política que asco me da, sino tratando de profundizar con otras herramientas como pueden ser la antropología y la filosofía.
Así pues evitaré algunos términos, como nación, partidos, autonomías, regiones, provincias, etc. etc.
País, tribus, indígenas; los prefiero. Y al que le ofendan, que respire profundo o vaya al psicólogo.
Y en este orden de cosas, manifiesto que no siendo secesionista, separatista, independentista, racista, supremacista, lo único destacable en mi persona y que acabe en ista, es "ecologista" Y si alguien opina que "eso" es una opción política, sencillamente, está contaminado por la corriente imperante que se mueve sobre los railes de la manipulación. Dicho esto:
¿Hacia donde quiere ir nuestro país? ¿Somos la leche en todo y los número uno en casi todo, o bien, somos un desastre?
Somos un complejo país compuesto por unas cuantas tribus, algunas de las cuales tienen la sensación de haber sido "anexionadas" por la fuerza. Estamos administrados por una colección de sinvergüenzas cuyo interés no es otro que sacar tajada choriceando todo lo que pueden. Desde el rey hasta el presidente de la comunidad de vecinos, pasando por concejales del pueblo.
En las tribus primitivas había un convenio: El reyezuelo de la tribu, tenía la mejor cabaña, se acostaba con la o las mujeres más hermosas, era llevado a hombros, nunca le faltaba la mejor pieza de caza, etc. Pero... si no gobernaba con justicia y sabiduría, un amanecer, lo encontraban en dos piezas: la cabeza en un lado y el cuerpo en otro. En nuestras tribus, con un poco de suerte, cambiamos el chorizo por morcilla. Poca cosa más.
Inmersos en la sociedad globalizada del siglo XXI nos entretienen haciéndonos creer que la rebeldía de algunas tribus es el gran problema del país, cuando si se hubiera tratado con la suficiente inteligencia, ese supuesto problema, se hubiese convertido en una de las más potentes energías para un motor que moviera eso que decía (proyecto nacional). Pero lamentablemente en la Tierra de abundantes conejos, la inteligencia es como la mención del valor que se hace en la antigua cartilla militar: "Se le supone", decía.
Sinceramente, no hay que ser muy listo, para darse cuenta que el mal llamado secesionismo de las tribus galaicas, vascas y catalanas, es el menor y mas insignificante de los problemas que tiene nuestro "proyecto nacional" si es que alguien sabe de él.
Mientras, indígenas como los afectados del aceite de colza (1981) siguen sin ser compensados, ni atendidas sus peticiones. Amigos! que son 40 años!!
Mientras, la justicia sigue siendo un cachondeo, como profetizó su santidad don Pedro Pacheco, alcalde de Jerez en 1985. Ha llovido desde entonces y el cachondeo no para.
Mientras, nos siguen administrando borregos escogidos a dedo, exactamente igual que en los tiempos del Paco.
Mientras, los jefes de la tribu, no se avergüenzan de ridículamente, no reconocer a Kosovo como país independiente, porque se declaró como tal por el camino de una DUI y claro... es un precedente incómodo para según quien.
Mientras tanto, la pregunta clave -con iva o sin iva- sigue planeando por los cuatro puntos cardinales, décadas después de la implantación del impuesto.
Mientras tanto apenas contamos con el mínimo necesario poder financiero, ni fuente propias de energía suficientes, ni la mínima tecnología avanzada, ni siquiera -aunque para mi es la menos deseada- una fuerza militar acorde a los tiempos.
Y mientras tanto, nos entretienen con la ignominia y atrevimiento de los separatismos. Todo aquello que se ha hecho para tratar de "enterrarlo que no solucionarlo" como es bien sabido, ofrece una imagen que ya empieza a cansar en la gran tribu de tribus que es Europa
Y no sigo...¿para qué? Reflexionar en voz alta, o mejor dicho, tecleando.
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TRISTE HISTORIA
ResponEliminaDe todas las historias de la Historia
la más triste sin duda es la de España,
porque termina mal. Como si el hombre,
harto ya de luchar con sus demonios,
quisiera terminar con esa historia
de ese país de todos los demonios.
A menudo he pensado en esos hombres,
a menudo he pensado en la pobreza
de este país de todos los demonios.
Y a menudo he pensado en otra historia
distinta y menos triste; en otra España,
en donde ya no cuenten los demonios.
Pido que España expulse a esos demonios.
Que sea el hombre el dueño de su historia.
De todas las historias de la Historia
la más triste sin duda es la de España
Jaime Gil de Biedma
Afortunadamente hay poetas capaces de salir del mariposeo y florecillas del bosque.
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