15/10/21

Por usted

Habían sido requeridos para formar parte de un debate civilizado entre diferentes autoridades en la materia. La "materia" por llamarla de algún modo era "Armonía entre Ciencia y Fe"

El escenario, uno de los congresos organizados por TED, en su formato TEDx (reuniones locales independientes) como previo a una de sus conocidas conferencias. 
TED (acrónimo de Tecnología, Entretenimiento, Diseño) (en inglés: Technology, Entertainment, Design) es una organización sin ánimo de lucro estadounidense dedicada a las "Ideas dignas de difundir" (del inglés: Ideas worth spreading)
Diferentes intelectuales tanto del lado de la ciencia (biólogos, geólogos, astrofísicos), como del mundo de las creencias religiosas (cristianos, budistas, islamistas) estuvieron, como he dicho al principio, civilizadamente debatiendo sobre diferentes puntos importantes donde ambos modos de ver la realidad, tienen importantes discordancias. Los aportes por un lado, de consolidadas experiencias científicas y por otro de importantes fundamentos de fe, fueron discurriendo con cordialidad, quizás alguna sonrisa irónica y algún que otro gesto de asombro, pero en general, sin perder la cortesía, buenos modales y educación. 
Pero lamentablemente llegó un momento en que abordando cuestiones relacionadas con la exobiología (vida y posibilidades de ella en otros mundos) el encontronazo intelectual entre un biólogo y un teólogo cristiano, se acercó mucho al acaloramiento, al punto que fue necesaria la intervención del equipo moderador en varias ocasiones. 
Finalmente este equipo moderador concedió dos turnos de intervención para finalizar el debate. Uno para el teólogo cristiano y otro para el biólogo. Se preguntó primero al resto de los equipos si deseaban añadir una última cosa a lo que todos prefirieron dejar que los debatientes acalorados usaran sus tiempos para intentar, como mínimo, enfriar los ánimos. Repito que en ningún momento ostensiblemente exacerbados.

El teólogo, ocupo cerca de cinco minutos en exponer (reiterativamente) que el origen de la vida no podía ser otro que una voluntad divina y que consecuentemente la aparición de la vida, fuera donde fuera, era una decisión de Dios.
 
—Lamento que el hecho de no creer en la existencia de un Dios misericordioso, impida a una mente tan brillante, abarcar de una forma más angular, otras posibilidades que las que propone la simple observancia de las limitadas pruebas de los laboratorios. Querido hermano:  ya que usted parece que no quiere hacerlo, rezaré por usted

El biólogo que a sus conocimientos de biología se suman los de astrofísica, fue más parco en su última intervención. Simplemente dijo:

—Estimado doctor. Tiene usted mucha razón, nuestros pequeños laboratorios nos ofrecen limitadas pruebas sobre aquello que teorizamos, pero han sido suficientes como para desmentir que la Tierra fuera el centro del Universo. Tenemos la mala costumbre -lo digo con ironía- de desmentirnos cuando nos damos cuenta de la existencia de algún error y modificamos nuestros postulados. Lo llamamos ciencia. Querido hermano: ya que usted parece que no quiere hacerlo,  pensaré por usted.

Mi opinión personal es que esta respuesta es aún más elegante que la Teoría de Cuerdas.

Ya que hemos hablado de TED, si te apetece aquí puedes vistarlo y ver las más de 3800 charlas en español (o subtitulados) de multitud de temas siempre interesantes.



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