Llama la atención la prodigiosa interpretación de este joven Gert van Hoef ayudado por sus colegas, luchando ante la majestuosidad del instrumento. Ese casi altanero porte que no hace mas que certificar una seguridad envidiable.
Como dicen en algún comentario ¿Qué hubiera pensado "Herr Bach" si hubiera podido ver a este jeans boy?
Impresiona sin duda y despierta nuestra sensibilidad incluso con las no siempre adecuados altavoces de nuestro ordenador. Nada que ver con situarse en el centro de la iglesia y notar como reverbera nuestro diafragma y tiemblan los bancos.
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