E
n esta humilde fotografía, de una, también, humilde florecilla campestre, veo un símbolo.
Rodeada de malas hierbas y algunas otras flores que quieren ser, pero no son y con falsos colores desvanecidos, fruto de sus imposturas. En medio de esa maraña, surge de vez en cuando una flor sobresaliente y destacada. Simboliza al estadista. Ese político eficiente, honrado, previamente deseado para después ser añorado.
¿Para cuándo el próximo? —Ya está tardando mucho; demasiado.
Buen fin de semana. Que ustedes lo voten bien.
Buen fin de semana. Que ustedes lo voten bien.
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meditaciones