El fantasma tras los cristales

foto: Ricard Pardo (CC)

Posiblemente, este sería un buen ejemplo de como el título (o pie de foto) intenta sugerir una segunda lectura de una imagen. Durante muchos años, de vez en cuando, exploro desde la orilla izquierda del río Onyar, las casas, ciertamente icónicas, que cuelgan sobre la orilla derecha a su paso por la ciudad de Girona. Casi siempre con ópticas largas, puesto que si no se trata de tomar el conjunto, los detalles requieren teleobjetivos, puesto que la distancia entre las orillas es de aproximadamente 60 metros.

 

La multitud de balcones, terrazas y ventanas, ofrece multitud de detalles. El fotógrafo va descubriendo diferentes composiciones, geometrías, armonías o contrastes cromáticos y escenas con elementos urbanos de todo tipo.  Personalmente, trato de evitar, en este último caso, captar personas cuya imagen ofrezca la posibilidad de reconocerlas y me centro mucho más en los objetos que en los sujetos. Me llamaba mucho la atención, en este caso, unas sombras que se movían en el interior, tras los cristales. Eran apenas imperceptibles en la oscuridad. No quedaron impresas en la toma.

Cuando en ese laboratorio digital de ideas que puede ser Photoshop observé que no se veía nada, decidí añadirlo yo, sumando en la oscuridad de la ventana una imagen de mi hermanito (Okanuh) gilipolleando con una sábana. El resultado es el que se puede ver: El fantasma tras los cristales. 📷 Cámara Nikon Óptica Nikkor 300 mm. 1/250 f:5,6 (ISO 200)