Otra demostración más de que en España, la Justicia "is diferent":
Telegram, una aplicación de mensajería, según los medios, pero informativa, según el mayor porcentaje de sus 900 millones de usuarios. En ella, como no puede ser de otro modo, conviven lo mejor y lo peor de nuestras sociedades, pero como en Facebook, X, u otras parecidas. Ahí están un gran número de agencias gubernamentales y no gubernamentales, empresas, medios de comunicación, entidades culturales, asociaciones deportivas, clubs y por supuesto están también los indeseables, como lo están también en las calles de tu ciudad.
Entre los indeseables unos cuantos roban información y reproducen aquello que requiere permisos. Permisos que no piden, porque su predisposición es la de robar. Así de sencillo.
A ningún juez en sus cabales, se le ocurriría cerrar una ciudad porque hay unos cuantos ladrones. Las soluciones discurrirían por otros caminos.
Pero un juez, quiere cerrar el acceso a Telegram para todos los españoles, solo porque algunos medios han descubierto algunos contenidos reflejados sin el correspondiente permiso en la plataforma Telegram.
El juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha ordenado el cierre de Telegram de forma cautelar a raíz de una denuncia presentada por Mediaset, Atresmedia y Movistar Plus por presunto uso no autorizado de contenido audiovisual sometido a derechos de autor que se estaría publicando en la aplicación.
Spain is diferent.
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