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Un tronquito para el tió

E
stos dias, los lugareños también conocidos como catalanes tradicionales (incluye algún que otro pixapins) recorren los bosques y arboledas en busca de algún tronco cortado o caído para llevárselo a casa con el fin de preparar la "parafernalia" para la celebración del "caga tió". Una tradición consistente -para el que no la conozca- en liarse a palos con un pobre tronco que se supone que así "cagará regalos navideños". En mi infancia, nunca tuve un tronco como tió; era una simple caja tapada con una manta, lo cual me parece más respetuoso con el medio ambiente; concepto que dudo que se hubiera inventado por aquel entonces, pero en fin...
Algunos troncos caídos, en el bosque,  son excesivamente sobredimensionados y hay que seguir buscando a fin de encontrar algo más pequeño. 
Como cuentan en el blog de Francesc Puigcarbó, incluso los Agentes Rurales han tenido que publicar recomendaciones de seguridad, como ir bien calzado, abrigado, estar pendientes de los informes meteorológicos, llevar el móvil encendido con batería y el geo localizador activado y/o un buen pan de payés para ir tirando migas por el camino como Pulgarcito. Cualquier instrucción no es sobrera ante los homo sapiens urbanitas y otros indiana jones variados.
Está clarísimo, a la vista está,  que no todo el mundo hace caso de los prudentes consejos de los Rurales.


Foto publicada en Tumblr,
licencia C.C. por Paolo Streito.
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