Llamarse Rubiales y no tener ni un solo pelo en la cabeza, ni rubio ni moreno, que pueda justificarlo es una contradicción.
Pero nada comparable con la contradicción que supone ser un sinvergüenza, machista y soberbio y ocupar la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol. Aunque si uno lo piensa un poco más, quizás no sea tan contradictorio y tenga su lógica. Por la razón de que esa federación huele a pescado podrido.
Pero vamos, ese tipo, ni esa federación, ni la comunidad de propietarios de escalera alguna.
Pero vamos, ese tipo, ni esa federación, ni la comunidad de propietarios de escalera alguna.
Más imágenes lamentables de Luis Rubiales en la final del Mundial de fútbol femenino. Ayer en el palco de autoridades tocándose sus partes. pic.twitter.com/jx0rcAdvky
— Fonsi Loaiza (@FonsiLoaiza) August 21, 2023
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