6/5/23

Bienvenidos

Quiero agradecer la confianza que mostráis los que estáis llegando. Lo agradezco de corazón.
Ahora me toca recuperar la mía. Y digo esto porque lo ocurrido me ha dolido y está provocando que me plantee muchas cosas. Espero reencontrar la calma suficiente como para volver a tener ilusión por compartir, desde pensamientos hasta noticias, pasando por fotos o cualquier cosa que sea. 
Y es que cuando te han llamado vanidoso, engreído, supremacista, niño mal criado, obseso enfermizo, y algunas cosas más, para acabar diciendo dos no se pelean si uno no quiere, lo primero que ocurre es que te planteas si no estarás perdiendo el tiempo miserablemente y dedicando tus pocas energías, sobre un terreno yermo y baldío.
¿Estoy haciendo bien, teniendo un blog y compartiendo?

Necesito que sepáis que el detonante de esto, fue mi atrevimiento a sugerir que lo correcto, ético, cortés y educado, desde siempre ha sido y sigue siendo mencionar al autor de una foto que hemos copiado en Internet para nuestro uso personal. Y sinceramente, lo hice de forma educada, resaltando en todo momento que pensaba que cada cual hace según su proceder, y que evidentemente no estaba tratando de decirles lo que debían hacer, sino lo que, a nivel general, se considera lo más correcto.
Me sorprendió tanto su reacción tan ofensiva que aún estoy desconcertado. 
Pero a medida que van pasando las horas, empiezo a ver cosas y entender mejor: Veo a una persona que sabe que ha metido la pata, pero que solo considera huir hacia adelante, añadiendo más leña al fuego.  Veo que sus "comparsas" tampoco le ayudan a ser más objetivo. Por otro lado, veo a un bloguero cuyo blog, en un porcentaje muy alto, se nutre de copiar artículos de periódicos y publicaciones y de un modo que tienes que fijarte bien para saber que no es él el que ha escrito ese contenido. Pero en estos casos sí menciona el autor. ¿Y a las fotos y sus fotógrafos?  Ah, esos no, que una foto la hace cualquiera. 

Hoy dice:
En fin, yo sigo igual y no he borrado sus blocs de la lista, quizás porque aún albergo la esperanza de que la situación se pueda reconducir. Dos no se pelean si uno no quiere.

Podéis imaginar que mi respuesta sería, dos no se pelean si UNO no insulta al OTRO, pero prefiero cerrar el capítulo y dejarlo que cabalgue por su particular Valhalla. No seguiré más su juego.
Sí, lo reconozco, soy sensible, posiblemente demasiado y hay cosas que me duelen. Hoy por hoy, noto que me cuesta compartir. Supongo que ahora es tiempo de recuperar confianzas.
Gracias infinitas por estar aquí. Ya no hablaremos más de este desagradable asunto.

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