Pobre pajarito

Foto: Agencia EFE

Érase una vez un pajarito azul. Los dioses del ciberespacio le encomendaron el trabajo de reproducir los cantos de millones de seres humanos de toda índole: desde presidentes de gobierno, premios Nobel de diferentes materias, cantantes, tías buenas, gilipollas de todos los colores, tontos del culo de infinidad de etnias y un interminable ejército de troles, hackeadores profesionales y un catálogo entero de subespecies antropomórficas. 

Lo llamaron Twitter y a sus trinos les llamaron "twitt".

¡Ay! ¡Pobre pajarito!

Llegó un tipo obsesionado en ir a Marte y se enamoró del pajarito. Luego, como quiera que aún siendo más listo que los cuervos, el "tira cohetes" es bastante lunático, dijo que ya no quería el pajarito. Se montó unos bailes, y después de unas semanas haciendo bailar a unos cuantos abogados, ¡compró el pajarito!

Que será de nuestro pajarito lindo...

Elon Musk es la persona más rica del mundo, con una fortuna de 199,66 mil millones de euros. A lo largo de su carrera profesional, este sudafricano ha fundado varias empresas y también ha estado al borde de la bancarrota. Sin embargo, ha conseguido erigir una fortuna a base de ideas buenas e inversiones arriesgadas.

Musk nació en 1971 en el seno de una familia acomodada en Sudáfrica, hijo de un padre ingeniero que explotaba minas de esmeralda y de madre canadiense. Ya desde pequeño demostró su afición por los ordenadores, construyendo su primer videojuego a los doce años.

A los 17 se mudó a Canadá para no cumplir con el servicio militar sudafricano y se nacionalizó en ese país. Allí compaginó trabajos con estudios en la Universidad de Queens en Ontario y, más tarde, estudió en la universidad estadounidense de Pensilvania, donde tomó clases de Física y Economía.

Si has llegado hasta aquí, gracias por leer. Quiero compartir contigo el cosquilleo que me da en la nariz, de que el pajarito va a parecerse al de hasta ahora, como un chopo a un huevo.