5/8/22

Mucho ruido y pocas nueces




 Estaba distraído leyendo y apenas pude darme cuenta del cambio que se avecinaba hasta que la luz, hasta entonces soleada, pasó súbitamente a una prácticamente ausencia de sombras, al tiempo que caía en intensidad. 
Salí a la terraza con el único dispositivo que tenía preparado en aquel momento: el teléfono. Las cámaras dormían plácidamente en el armario, seguramente con escasa o nula bateria, así que ni siquiera hice el intento de combrobarlo. Estuve tentado de captar en video, puesto que el movimiento de las masas nubosas era realmente espectacular, pero al final me centré en manipular en los automatismos de la fotometría de la cámara y controlar mejor la exposición. 
Aún sigo con mi Huawei P30 que lleva incorporada una cámara con lentes firmadas por Leica. Muy lejos de ser una Leica (por muchas razones) el caso es que resulta un instrumento muy satisfactorio pero evidentemente con limitaciones. Al fin y al cabo esos sensores telefónicos son demasiado pequeños. 
Al final pasó la tormenta. Las temperaturas disminuyeron en mi ubicación, cerca de 8 grados pero lamentablemente y a pesar de la aparatosidad, solo se recogieron 12 litros por metro cuadrado en unos 20 minutos de precipitación. Con eso, los conocidos "Estanys de Sils" seguirán... "justitos"
Parece que en esta nueva situación climatológica, después de tanta calor, cualquier enfriamiento en las capas altas conlleva potenciar posibles tormentas que seguramente más veces de las deseadas serán peligrosas. Esta vez, no ha sido nada. Veremos la próxima.


Nota: La última fotografía (más panoramica) fue editada en el mismo telefono, porque la zona terrestre quedaba excesivamente oscura. Apliqué un icremento de HDR que francamente, es un error, ya que el borde de las nubes, al finalo, queda muy artificial y como dibujado. Pero bueno, por esto no caerá el Vaticano.

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