En estos tiempos confusos, se habla mucho de la libertad personal. Parece que se percibe como un derecho ultrajado por las cambiantes y novedosas normas que las circunstancias pandémicas ocasionan. Y la ciudadanía se queja por un lado de sobreinformación, noticias falsas y contradictorias y por el otro de obligaciones, abusos, recortes de libertades y de falta de compensaciones. Al parecer se han olvidado de que también tienen una maravillosa libertad consistente en apretar un botón y con un simple gesto, cerrar el televisor, el wifi y el teléfono móvil. Y con un poco de suerte y como alternativa a lo anterior, encontrar un ensayo sobre virus, sobre como funcionan las vacunas, que se puede esperar y que no, de ellas y como son los entresijos de una batalla contra una pandemia. Obviamente un ensayo escrito por científicos y no, por tertulianos del tres al cuarto en un medio televisivo que solo quiere audiencia.
Y es curioso porque esto de apretar un interruptor, debería ser algo aprendido de cuando aquel régimen nefasto utilizaba desde su estado dictatorial, lo que se llamaba "el parte" para dar forma al pensamiento colectivo. Quizás así lo pensarían todo un poco mejor, antes de la queja. Quizás así se darían cuenta de que las batallas siempre se ganan con sangre, sudor y lágrimas y no con pancartas y quemando el mobiliario urbano; menos aún difundiendo memes y ocurrencias en las redes desde la comodidad del anonimato cobarde. El "parte" hoy se ha convertido en lo que llamamos "opinión pública" que debería ser uno de los principios básicos para el logro de otras libertades, pero lamentablemente solo se queda en "chiste" y recuerda aquel otro modo de entender lo "público" como algo prostituido y grosero.
Pues que quieres que te diga: tienes toda la razón.
ResponEliminaUn beso.
La inmensa mayoría no conoció "el parte". Yo misma no lo recuerdo mucho, y no soy joven.
ResponEliminaSomos muy buenos para exigir libertad (y creo que eso está bien) y no tan dispuestos a asumir la responsabilidad que trae consigo. Y así nos va.
Bicoss
El parte, no era otra cosa que el precursor de los "noticieros" de determinadas horas, básicamente ofrecidos radiofónicamente. Su origen está en la guerra civil y entonces sí que eran auténticos partes. Partes de Guerra. Como ocurre siempre, había dos partes; uno para cada bando (rojos y nacionales, decían).
EliminaEstoy completamente de acuerdo. Yo lo que veo es que la gente no tiene criterio propio y se cree todo lo que le dicen, encima, en el momento en que hay dos chuflas diciendo cada uno una cosa, ya está el desconcierto. Y no será porque las fuentes científicas no están al alcance, hoy en dìa, de todos quienes quieran enterarse de lo que hay. Afortunadamente no todo el mundo actúa de este modo. Por cierto, sabes que yo al telediario le llamo "parte", no porque lo conociera pero siempre he oído a mis padres llamarlo así y así se ha quedado :))
ResponEliminaSAludos.