El día en que le enterramos, llovía tanto que pude llorar sin esa estúpida vergüenza que sentimos los hombres solo porque alguna vez alguien con buen voluntad pero poca frente, nos dijo aquello de que los hombres no lloran.
Lloran los hombres, lloran las mujeres. Lloran los niños y los abuelos. Lloran los animalitos y lloran las bestias mas salvajes. Lloran las plantas y me atrevo a decir que lloran las galaxias.
¿Cuándo fue la última vez que lloraste?
Deseo de corazón que aún tengas aquel llanto en la memoria, que no sea muy lejano y que su recuerdo aún te conmueva.
Y déjame que te diga que espero que en el pasado llorases por tristeza, por dolor y por alegría. Que uno llora por más cosas de las que admite y esos llantos también son dimensiones que dan valor a una vida. Lloras porque vives; lloras porque sientes y sientes porque estás vivo.
Y acabo deseándote que tus llantos sean más de gozo que de dolor, más de emociones amorosas que te tristezas crueles. Y que tus lágrimas tengan aquel sabor que tuvieron las que derramaste en tu adolescencia cuando te bañaste en los ojos emocionados de aquella que te ofreció enamorada, su primer amor.
Sigamos llorando.
Imagen de StockSnap en Pixabay
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Considero a los lloros más terribles a los lloros por desesperación.
ResponEliminaSin duda Fackel, sin duda. Y además pienso que son aquellos que nos sitúan en la frontera de lo racional y a punto de deshumanizarnos. Sin embargo si se consigue apaciguar ese llanto, sea con o sin ayuda, el crecimiento personal es innegable.
EliminaHe tardado entrar a comentar tus entradas, porque a veces el silencio es un refugio, no de llantos, tal vez tampoco de dolores físicos, tal vez para encontrarme o encontrar una respuesta. Otro tipo de lágrimas .
ResponEliminaUn abrazo, y feliz de encontrarte en este texto.
Bueno, no debe preocuparte si tardas, no tardas, o no comentas. No es una obligación. Pero creo que ya lo sabes. Por supuesto que es mucho más interesante el encontrarse o reencontrarse, el buscar y encontrar respuestas. Un abrazo.
EliminaGracias por tus palabras. Merece la pena encontrarse y reencontrarse.
EliminaLlorar? Yo con los años me he vuelto mucho más llorona, quizás me he hecho más sensible o quizás es que tengo más miedos, miedo a perder lo que quiero y eso me hace llorar, egoísmo puro y duro, miedo a lo desconocido y desde la pandemia al futuro y eso junto a la oscuridad me hace llorar en más de una ocasión, si, ya sé...me lo tengo que hacer ver.
ResponEliminaBesos